Flower Crowns || l.s. español

diez

Harry se había quedado dormido al lado de Louis, sin darse cuenta de que éste se había extendido sobre Harry como un gato cansado y le roncaba al oído. A veces eran bocanadas de aire realmente fuertes que soplaban contra él, pero luego venía el ronquido que sonaba como un tren. En realidad eso era lo que había despertado a Harry, eran los ronquidos de Louis. Al principio, frunció las cejas, preguntándose por qué Louis estaba acostado encima de él y se aferraba a él como un oso koala, pero luego simplemente se dejó llevar y comenzó a jugar con su cabello. Louis no pesaba absolutamente nada y es adorable, porque aunque se ponga esa imagen de grande y malo, y parezca todo un bruto, es simplemente una monada. Una monada absoluta. Y tenía un aspecto tan tranquilo cuando dormía (aunque su boca abierta manchó un poco de babas la camisa de Harry, a él no le importaba) sin líneas de preocupación en la frente, sin arrugas en el entrecejo... Le gustaba que tuviera un aspecto tan tranquilo. Pero Harry no esperaba que Louis diera un salto de sorpresa cuando hubiera empezado a trazar sus tatuajes. Aunque está decepcionado, se sienta y observa a Louis con atención, no le gusta la forma en que retrocede por disgusto.

"¿Qué carajo, Harry?"

Harry frunce las cejas y ladea la cabeza, sin saber qué ha pasado.

"Jesús, ¿por qué me estabas tocando? ¿Por qué estaba encima de ti?" Louis miró a su alrededor, tratando de reconstruir lo que había pasado, supuso Harry.

"Oh, sólo estaba... eres suave y lo siento. Sólo... te habías quedado dormido sobre mí, supongo". Harry suspiró, ahora asustado él mismo. "No sabía... Pensé..."

"Hey, whoa. Harry, ¿está todo bien?" preguntó Liam, apareciendo de repente en la sala de estar desde su dormitorio.

Harry asintió frenéticamente con la cabeza, demasiado rápido para pasar que realmente estaba bien. No quería que Louis pensara que había hecho algo inapropiado mientras estaba intoxicado. Él nunca, jamás; y el simple hecho de que asumiera algo así sobre él le hace sentir horrible y asqueroso y no puede soportarlo. Sólo pensar que eso ocurra le da ganas de llorar, porque realmente nunca lo haría.

"Oh, Dios, creo que está teniendo un ataque de pánico".

Los ojos de Louis se abrieron de par en par, las palabras: "¡¿Qué demonios he hecho?!" Cayendo furiosamente por sus labios que hicieron que Harry se estremeciera y comenzara a llorar, jadeando por aire.

Y aire es lo que necesita; no puede respirar. Ya no. Es como si cada vez que inhala y espera obtener aire, su suministro de aire sólo se acorta y su pecho comienza a doler y se asusta y no puede respirar en absoluto.

"Dispara, su asma. ¡Niall! ¡¿Dónde está su inhalador?!"

"¿Qué?" Pregunta Niall, entrando corriendo en la habitación sin camiseta, con aspecto de haber salido a trompicones de la cama.

"¿Dónde está el inhalador de Harry?"

"Oh, mierda, hombre. Él..."

"¿Él qué?"

"¡Lo perdió! ¿Recuerdas?"

"No, no, no", dijo Liam, que ahora empieza a pasearse con las manos en el pelo mientras Harry se siente morir.

"No es asma". Louis, con los ojos todavía puestos en Harry, se acerca sigilosamente a él, agarrando con cuidado su brazo, y cuando no se apartó, lo empuja y aprieta su pecho contra el trasero de Harry, rodeando su pecho con sus brazos. "Oye, amigo", le susurra en voz baja al silencioso y jadeante Harry, que ahora empieza a sentirse mareado. "Oye, oye. Escúchame, ¿vale?" Inhala y exhala profundamente. "¿Sientes eso? Estoy seguro de que puedes copiarme, gatito, vamos". Lo repite de nuevo, esperando que funcione. "Todo está bien. Sólo respira, ¿sí? Puedes hacerlo, sé que puedes. Eres muy fuerte... ¿puedes ser fuerte por mí? Respira, Harry, respira conmigo".