Quiéreme De Nuevo [En Proceso]

CAPÍTULO 4

Dedicado a pushi_love94

Thiago:

Otro día, otro tormento.

Intento concentrarme en hacer los deberes pero los sollozos de mamá son como un puñal que se me clava cada vez más profundo «seguramente hoy no la ha llamado». Desde que mi padre se fue quien sabe a dónde en busca de una mejor posición económica las cosas habían cambiado.

La señora Sofía ya no era esa mujer alegre capaz de iluminarte la vida, ahora pasaba el día cuidando sus plantas y dándole amor al gato, porque por si fuera poco, papá no le permitía trabajar, o sea que no se relacionaba mucho con el exterior. Lo único que tenía éramos mi hermano y yo aunque le costara admitirlo porque todavía tenía la esperanza de que algún día regresara.

No lo odio, al fin y al cabo es mi padre, el que me enseñó todo lo que sé. Yo también lo pasé feo, aún recuerdo sus palabras:

— Campeón, tenemos que hablar de hombre a hombre— dijo mientras pateaba el balón de fútbol con la punta del pie.

— Lo escucho jefe— me puse firme y lo saludé como si fuera un militar.

— Me voy a ir.

— ¿A dónde? ¿Puedo ir contigo? Solo dame cinco minutos para colocarme los zapatos y ya estoy.

— No me entendiste campeón, me iré de la casa, y no sé cuándo volveré— no me miró a la cara y sentí que mi mundo perfecto se desmoronaba poco a poco.

Quería preguntar el porqué de su decisión pero las palabras no salían. Intenté comprenderlo pero tampoco pude.

Estaba enfadado...

Siempre me decían que era más maduro de lo que debería a pesar de mi edad, pero justo ahora no encontraba la madurez necesaria para vivir sin el hombre al que llamaba papá.

— Thiago, sabes que desde que llegamos a Estados Unidos no hemos podido salir adelante, y no me perdonaría jamás tener que dejarlos sin comer. Mis hijos merecen tener lo que yo no pude, por eso te pido que no dejes de estudiar, y que cuides a Sofía... Ahora tú y tu hermano son los hombres de la casa. Volveré, no sé cuándo, pero volveré.

— ¿Mamá lo sabe?

— Por ahora solo te lo he contado a ti, tienes que ser su apoyo. Nunca la decepciones... Confío en ti.

— ¿Cuándo? ¿Cuándo nos abandonarás?

— No los estoy abandonando.

— Desde mi punto de vista sí lo estás haciendo. Puede que no estemos en el mejor momento, pero podemos salir adelante juntos... Como la familia que siempre hemos sido.

— No voy a discutir mis decisiones contigo.

— Ok.

Después de ese día mi modo de ver la vida cambió. Mis amigos no paraban de decirme que estaba raro, ya no me reía de sus estupideces y no me gustaba mucho salir y dejar a mamá sola ya que mi hermano estaba en la universidad y solo venía de vez en cuando.

El primer mes sin papá no fue fácil, tenía que aguantar las lágrimas y hacerme el fuerte, en cambio mamá no asimilaba que se hubiera ido y mi hermano ni siquiera hablaba mucho del tema.

No podía negar que económicamente las cosas estaban muy bien, todos los meses recibíamos dinero de papá y alcanzaba para pagar mis estudios y todo lo demás por eso Sofía no trabajaba, a veces hasta nos preocupaba que anduviera en algo ilegal. Mi hermano tenía una beca en la universidad, la cual se ganó por su propio esfuerzo y además estaba trabajando porque se negaba a recibir dinero nuestro padre. A diferencia de mí, él no lo había perdonado.