Dos meses más tarde...
- ¡LIAM ESPABILA SINO LLEGAREMOS TARDE! - le dije a mi hermano algo estresada. ¿Porque narices tardaba tanto en peinarse? Dios! Es que ni yo tardo tanto, pensé.
- Ya voy! Deja de meter prisas - se quejó el desde dentro. Me acerqué y le dí una patada
concentrado en colocarse el pelo bien, con un peine en una mano y un bote de laca en otro. Es peor que yo, pensé.
VENGA PEINATE- le dije y el se giró para fulminarme con la mirada.
- HE DICHO QUE YA VOY - me dijo y le sonreí satisfecha.
- Espero que sea así. Te espero en el coche. YA! - le dije y me dí media vuelta.
Salí de la habitación de Liam y crucé un par de pasillos hasta llegar a mi destino. Llamé al ascensor que se encontraba en el comedor y bajé hasta el parking donde Liam tenía todos sus coches. Tiene más coches que boxers, pensé, madre de dios. No sabía que coche iba a coger esta vez así que cogí las llaves del mini que estaban en la repisa junto con todas las demás y las cogí. Abrí el coche y entré dentro sentándome en el asiento del copiloto. Y bufé desesperada.
empezaría a contarle a Claudia todo? Bueno, más bien a enseñarle todo. Era tan alucinante que por fin, después de tanto insistir a los padres de ella, a Liam, las suplicas de Harry que tampoco se quedaban atrás, y a la escuela de arte a la que ambas asistiríamos, al final, fuéramos a cumplir nuestros sueños. ¿Quien lo diría eh? Desde siempre hemos querído vivir juntas, sin padres aunque en este caso un hermano sobre protector pero muy tierno es más o menos lo mismo, en Londres. Dios en Londres, las dos juntas. No podía creerlo.
La había echado de menos, mucho de menos. No era lo mismo hablar con ella todo los días por skype. Yo necesitaba estar con mi mejor amiga en persona como es lógico.
Unos golpes en el cristal me distrajeron de mis pensamientos. Era Liam. Abrió la puerta del coche y me miró.
- ¿El mini? - preguntó alzando una ceja - ¿Enserio?
Lo mire pensando, este chico es increíble.
- Sí, te has comprado un mini y nunca lo has sacado del garaje. ¿Para que lo compras sino? - le dije.
El rodó los ojos.
- Mmm... estas insoportable _______. Tranquilizate y no me agobies. - dijo el poniéndose serio.
Que cara tiene, encima!
- Eres tu el que se tira dos horas para peinarse. - me quejé.
- No me eches las culpas de tu mal humor. - dijo el poniendo las llaves y arrancando el coche.
- Liam no estoy de mal humor. - le dije y el se giró para mirarme.
- Ya claro - dijo el sarcásticamente. Y agarró el mando que habría la puerta del garaje y luego pulsó el botón. La puerta se abrió ante nosotros y el coche salió.
- En serio, solo estoy impaciente. - dije yo. - Y si lo estoy es por tu culpa, me desesperas.
Liam suspiró.
- Como digas - dijo Liam y subió la radio a todo volumen como el siempre hacía y se dirigió hacía casa de Harry. A recogerlo para ir todos juntos a buscar a la chica pelirosa como decía Niall al aeropuerto.
Esta era una de las mil peleas que teníamos a diario. Hermanos, pensé. Pero lo quería, lo quería mucho a pesar de discutir. Ahora que ya había aprendido inglés todo era mucho más fácil y no me sentía como un pez fuera del agua. Es más, ahora ya conocía a todos los chicos, y me llevaba muy bien