UN TE AMO ES PARA SIEMPRE - (INTENABO)

D O S

Eran las 3:30 am, Conway no conseguía el sueño, no sabe qué coño había pasado, cuando ese chico lo enfrentó, bueno LOS ENFRENTÓ, algo llamo la atención, esa valentía, esos ojos azules furioso, estaba claro que el sería una pieza buena en la policía, sabía que podía contra todos.

—Joder, chiquillo, Gustabo con b de bombón dice —dijo Conway riendo.

Se paró y se entró a la ducha, esperaba que llegarán a las 4:30, era muy temprano pero después no quería chismes de que ellos tienen preferencia.

Veía noticias en la tele, robo por aquí, tiroteos fallidos, y más mierdas.

—Las mismas mierdas de siempre —dijo viendo su reloj.

4:00am.

***

—Gustabo, son las 4:00, levanta, en media hora tenemos que estar en comisaría —dijo Horacio saltando en cama de Gus.

—Pero Horacio, anda tú, tú puedes hacerlo cabrón —dijo Gustabo poniéndose la almohada en los oídos.

—Está bien —dijo Horacio fingiendo estar triste.

—Vale no llores, ya me paro, manipulador, eso eres —dijo Gustabo riéndose y yendo al baño.

—Ese es mi Gusnabo —dijo Horacio riendo.

Gustabo con toda la flojera del mundo se paró.

Joder Horacio, todo lo que hago por ti.

El super ya les había avisado que serán en la playa, las pruebas.

***

4:30am.

—Buen día Conway —dijo Volkov con cara de recién levantado.

—Buenos días rusky —dijo Conway divertido.

—Este si es mi Conway, fuera del trabajo, mi mejor amigo, pero esa sonrisa no es por mi —dijo Volkov.

Jack soltó una risa —que hablas capullo —respondió mirándolo.

A lo lejos se divisaban a los dos, uno caminando y otro corriendo por toda la arena.

—Buenos días superintendente —dijo el chico de crestas llegando primero.

Gustabo se había cansado e iba caminando con el celular en la mano, estaba hablando con Segismundo, le había contado lo que iban a hacer.

—Muñeca, si corres sería mejor —dijo Conway observándolo

Gustabo llegó al lugar donde estaban los tres y saludo a cada uno.

—Bien, ¿Con qué comenzamos super? —dijo Gustabo mirando la playa.

—Resistencia, sería lo mejor Conway —dijo Volkov muy serio.

—Pero, ¿No ve que hemos llegado corriendo? —dijo Horacio fingiendo cansancio.

—Es cierto, pensemos en otra cosa —dijo Conway mirando al ojiazul.

—Yo opino, que sean tiros, primero miren nuestra puntería —dijo Gustabo, sabiendo que Horacio era buenísimo en eso, la razón, pues que iban a un lugar donde enseñaban a dar tiros y ellos eran amigos del dueño así que no les costaba.

—Vale, bueno, empecemos con eso —dijo Conway.

—Sacaré las cosas para empezar —dijo Volkov yendo al carro.

Gustabo y Horacio fueron a agarrar armas de un bolso.

—Horacio tu eres mi puto héroe, saca las garras campeón —dijo Gustabo haciéndole palmadas en el hombro.