UN TE AMO ES PARA SIEMPRE - (INTENABO)

V E I N T I U N O

—¿Te gusta esta camisa? —dijo Horacio.

—Si, pero se ve más como para usarla en playa —dijo Gustabo viendo su armario.

—Me pondré otro conjunto entonces —dijo Horacio.

Gustabo se puso su chaqueta roja, un polo negro y su jean camuflado.

—¿La misma chaqueta de siempre? —dijo Horacio rodando sus ojos.

—Jaja, pero es que esta me trae suerte —dijo Gustabo guiñándole un ojo a Horacio.

—Jajaja, no olvides de hacer tus maletas perro —dijo Horacio.

—No me voy a olvidar, no nos dio tiempo de comprar el carro —dijo Gustabo saliendo del cuarto.

—No nos da tiempo, ya mañana será o cuando regresemos de nuestro viaje a la playa —dijo Horacio dándose unos retoques.

—Y vamos, Rogelio me mando su ubicación para ir a recogerlo —dijo Gustabo.

Horacio les dio besos a los niños al igual que Gustabo, ellos esperarían a que llegará Juanjo, ya que aquel chico se iba a ir a una cirugía ambulatoria y el cambio de DNI.

***

—Aló amiga —dijo Jazmín.

—Hola, chica, ya preparé la cena, ¿te lo llevo? —preguntó Rosa.

—No, aún no, en veinte minutos me los traes, que se vayan todos, quiero que conozcas a alguien- dijo Jazmín sonriendo.

—¿Voy cambiada, entonces? — respondió.

—Si, lo más guapa que puedas, te amo —dijo Jazmín y colgó.

—Señorita Collman, ¿Me recibe? —preguntó Conway por la radio.

—Si, estoy en comisaría —respondió Jazmín.

—Perfecto, llego en media hora, entra a mi oficina, y ve avanzando lo que deje apuntado —respondió Conway.

Jazmín ya no dio respuesta y fue al despacho.

Jazmín llegó al despacho y se dio cuenta que las cámaras estaban apagadas, decidió todavía no prenderlas y buscar algo que le confirme si es su pareja o un saliente.

Lo primero que hizo fue buscar en su escritorio alguna foto.

—Tiene que haber algo aquí —dijo en voz alta.

Revisó cajones y encontró un cuadro, al ver la foto confirmó que ellos dos eran pareja, en el cuadro se podía notar una foto de ellos besándose.

Así que es tu noviesito —pensó.

Paso una hora, Jazmín estaba tomando un café y haciendo los papeleos hasta que escuchó que llegaban y se sentó en el mueble grande, ya que se encontraba en el asiento de Conway.

—Si Volkov, nos quedamos un rato y ya —dijo Conway entrando al despacho.

—Privet —dijo Volkov.

—Señorita Collman —dijo Jack mirándola.

—Comisario Volkov, Superintendente Conway —dijo Jazmín parándose.

—Bien, Volkov te toca la papelería de abajo, Jazmín ayúdalo por favor, yo me encargo de esto —dijo Volkov.

¡Mierda! —pensó Jazmín.

—No, Conway yo puedo solo, tú necesitas ayudas, tienes un montón y no puedes estar estresado para mañana —dijo Volkov.

—Ya coño, Jazmín te quedas aquí —dijo Jack