Sueños Rotos (Choso y Tu)

Capítulo II - Una Oportunidad

Kechizu continuo reuniéndose con la chica algunas veces no la veía y eso lo ponía bastante mal, la buscaba incansablemente por el vecindario pero no lograba dar con la chica, esto por supuesto tenía algo preocupados a sus hermanos.

-Kechizu, no puedes seguir llendo ahí - dijo Choso - quizá ella sea diferente a los demás pero... -

-Ella es buena y linda - interrumpió el menor -

-Quien te enseño eso - Esou no pudo evitar reír - Porque no lo acompañamos una noche, ambos sabemos que no quieres alejarlo de ella... Solo te asusta que algo malo pueda pasarle a nuestro hermano, no? -

Choso suspiro - Tienes razón, me preocupa que los demás humanos vayan a lastimarlo -

-Entonces acompañemoslo esta noche - Esou sugirió -

-Esta bien - respondió Choso no muy convencido -

Si bien se sentía intrigado en que es lo que su hermano le encontraba de especial a una chica, lo que más le preocupaba era que su hermano resultará herido por algún hechicero o humano, dado a su condición de híbridos los humanos podían verlos.

Su hermano menor los guió hasta el parque, al pie del árbol se encontraba la chica junto a su perro tenía una pequeña mochila consigo.

-(...) - Kechizu se acerco -

-Kechizu, siento no haber podido días atrás... Me surgió un inconveniente - dije al escucharlo - Te traje algo para compensarlo, eres mi único amigo y no me gustaría que te molestes conmigo... Trajiste a alguien más? Escucho más pasos de lo usual -

-S.. Si, mis hermanos - respondió Kechizu -

-Vengan, siéntense no sabía que vendrían... Espero que ajustemos - saque de mi mochila un pequeño pastel - Tendremos que compartir -

Narra Choso~

Su personalidad alegre parecía ocultar algo más, Esou y yo nos sentamos cerca de ellos compartimos el pequeño pastel que había traído para Kechizu, mientras comíamos pude notar que sus brazos estaban vendados logré percibir un suave aroma a sangre, su perro estaba profundamente dormido en su regaso cuidándola... Los animales son sorprendentes.

-Señorita, porque suele salir tan tarde... No es peligroso andar sola por estas horas - pregunto Esou -

-Mi madre no me deja salir cuando esta en casa - respondí - normalmente trabaja en el turno de noche así que aprovecho para salir, ustedes porque dejan salir a Kechizu tan tarde? -

-No lo dejamos, se escapa - respondió Choso - ¿Por qué lo tratas tan bien? -

-¿Por qué no habría de tratarlo bien? Es solo un niño, le gustan bastante los dulces al igual que a mi -

Esou sonrió y sujeto tu mano - Gracias por cuidar tan bien de nuestro hermano -

-No hay nada que agradecer - sonrei -

(...) no tenia ninguna clase de malicia, el perro despertó creí que comenzaría a ladrar y gruñir como en la última ocasión pero no.

-Kin al fin despiertas, mira quien volvió a visitarnos - afloje un poco la correa -

Kechizu acerco su mano al perro para acariciarlo y este lamio su mano feliz ante la caricia.

-Puedo acariciarlo? - pregunto Esou -

-Claro, adelante - respondí -

Ambos hermanos acariciaron al perro estaban encantados por el suave y terso pelaje del animal, miraron a su hermano mayor sabían perfectamente que también quería unirse.

-Hermano, ven - Kechizu llamo a Choso -

-No seas amargado sabes que también quieres hacerlo - Esou sonrió -

Choso suspiro y acaricio la espalda del perro.

-Es de raza shiba, Kin me acompaña desde que tenia 9 años - lo abrace - Es un perro maravilloso, incluso aprendió a ser mi guía después de que perdí la vista -

-¿Como fue que perdiste la vista? - pregunto Choso -

Un silencio incómodo se apoderó del ambiente.

-Quizá se los cuente en otra ocasión - me levante con cuidado - Ya debo regresar a mi casa, adiós -

(...) se despidió y camino, sin darse cuenta que había dejado atrás la mochila donde cargaba el pastel.

-La incómodaste hermano - dijo Esou por lo bajo -

-No era mi intención - Choso tomo la mochila - Solo tenia curiosidad - se sentía avergonzado por arruinar el agradable ambiente - Adelantese, yo iré a entregarle esto -

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