Sexta - Hogar

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Sostuvo a su hija entre brazos, una enorme cantidad de prana era absorbida por su pequeño cuerno. Incapaz de detenerla, no supo cómo reaccionar.

Ha presenciado antes el poder de un Oni, varias veces.

Pero, esto no es comparar a un Oni adulto. Su pequeña hija, incluso supera la habilidad de Rigel.

Quizás no en fuerza, pero en poder mágico. Está capacidad de absorber prana a tan temprana edad de verdad... Le hace recordar lo increíble que es la raza Oni y por qué recibieron persecución al igual que los Elfos en este mundo. Amenazas tanto para hostiles como aliados, pero, de esta manera.

Podía entender más el por qué Ram al perder su cuerno perdió a la vez la estabilidad emocional de su esposa de niña.

Entre los brazos de su hija, un inmenso calor acalló su sufrimiento.

Y finalmente.

La oscuridad se disipó.

Spica beso la frente de su padre. Ram despertaba lentamente, intuía que algún golpe de calor la había dejado inconsciente (?)

Spica vio hacia su tía y su madre. Ambas que la veían, parecían aliviadas. No, alegres de verdad.

Ojos llenos de dicha que demostraban con ternura miradas de cariño sin medida.

Ambas fueron hacia Spica empujando a Subaru.

Entre varias caricias y besos, tanto Rem como Ram sollozaban alegres de ver a Spica despierta. Ambas con lágrimas en los ojos estaban aliviadas.

Subaru aún dolorido, no pudo evitar apreciar la escena. Dónde finalmente las 3 Oni reunidas demostraban su cariño una por la otra.

Alegres de ello, felices de ello.

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Había pasado un par de meses después de aquel incidente, se acercaba una fecha importante después de todo, el cumpleaños de Spica era unos días después del de Subaru. Al menos con 4 días de diferencia.

Ram tomaba un descanso cómo era habitual en el palco de su habitación mientras una taza de té helado quemaba las yemas de sus dedos.

Un kimono delgado y corto, uno para esta clase de temperaturas le ha sentado muy bien. Se siente nostálgica a lo que viejas costumbres recuerda.

Cuando de niña junto a su hermana  vestían hermosos kimonos cortos de medias largas.

Quizás no ha cambiado mucho a una escena del pasado si no fuera por el hecho. De que la pareja de esposos que veía desde el balcón. No fueran el hombre que asesino con sus propias manos y el culpable de la muerte de su hermana.

— Tsk... Le falta azúcar. - Ya era irrelevante en este punto. Luego de hablar con Subaru sobre ello.

Acepto este mundo. Lo menos que puede hacer luego de una larga tormenta es disfrutar el cálido sol.

— ¿Dijiste algo tía Ram?

— Huh, no mucho. Rigel, hacer esperar a tu tía con este calor sin servirle más té helado es una ofensa grave. Pagarías con un cruel ataque de cosquillas si no tuviera piedad por ti.

Rigel río un poco nerviosamente. De igual manera, debido a su desagrado por el calor ambos se han mantenido en la sombra.

Se podría decir que ambos son tal para cual, tía y sobrino conviviendo perfectamente. No es para nada algo raro entre ambos.

Aunque claro esta, el hecho de que tanto Rem como Subaru y Spica disfrutaban de un día soleado en una pequeña piscina improvisada.

"Alberca" le llama Subaru.

Glotoneria en pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora