Penúltima - La biblioteca

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Tanto Subaru como Rem lo pensaron, Ram no parecía optimista respecto a esto. Pero daba por hecho que su hermana menor no daría visto bueno tomando en cuenta por lo que han pasado.

De verdad, no lo ve como algo posible.

No es que alguna vez pensara que fuera diferente.

- Spica, puedes retirarte. Será una conversación larga.

Spica se puso de pie, luego de llevar consigo unos aperitivos para comer más tarde.

Tanto Rigel como Zarestia ya se habían retirado, comieron rápidamente y tanto Subaru como Rem llevaban un rato hablando.

Ram se había quedado sola con ambos.

Pero-

- Huh, Nee-sama. Necesitaríamos preparar muchas cosas para Spica, Subaru y yo estamos dispuestos a permitírselo.

- ¿Heh?

- A su edad también tuve viajes largos, no solo. Pero si con mi familia a mi lado, Spica quizás necesite mucho de- bueno...

Aclaro la voz, pues la propuesta no era un pedido de Spica.

Después de todo.

Era Ram la que pedía este viaje.

- Considerando el viaje, considero que debemos darte el dinero suficiente. Será la primera vez que Spica vaya a la capital. Estamos dispuestos a ayudarte a que tenga una buena primera impresión y que cumplas con lo necesites ver.

Ram estuvo dudosa, no se creía del todo esto.

- ¿Esto...? ¿Esta bien para ustedes?

Asintieron ambos, pero era Rem quién tenía la palabra final. Pues, siendo la cabeza de familia era muy fácil para ella dar el permiso absoluto. Aún más tomando en cuenta la importancia de un documento firmado con el permiso de los padres y sellado por un notario.

Bueno, esto último no lo sabía Ram.

Pero, era más fácil que ambos dejaban ir a Spica.

- ¿¡De verdad!?

Ambos se asustaron por la reacción de Ram.

Quizás esperaba algo diferente.

- Tarde o temprano Spica tendrá que ir a Lugunica. Recientemente hemos considerado ir, pero, tanto nuestro estado físico como las responsabilidades que dejamos...

- Si, va ser incluso más difícil que antes. Si no fuera por ello iríamos todos juntos, Nee-sama.

Ram no supo como responder, más allá de una reverencia como agradecimiento.

Tanto Spica, que expiaba a las afueras de la habitación.

Quizás este viaje no sea tan largo como imagina. Al menos, no comprende el objetivo de este viaje en realidad.

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Luego de unos días, tanto el permiso de viaje como el equipaje de ambas estaba listo. Spica estaba emocionada.

Rem por su parte, ha mejorado notablemente y Subaru ahora puede dar un par de pasos con ayuda.

Rigel pues, estaba celoso al igual que triste. Pues lleva un tiempo deseando ir a la capital, aun mas tomando en cuenta que tanto su tía como su hermana menor son las que irán.

Celoso de su hermanita menor, triste por ver irse a su tía, aunque también aplica a Spica. Aunque no lo diga, comparte mucho de su tiempo con ella cuando no sale a jugar con sus amigos al parque.

Glotoneria en pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora