Capítulo 1: "La carta de Hogwarts"

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La niña observó con excitación la carta que se encontraba en sus manos, una sensación de emoción inundó su cuerpo, sus manos temblaban al intentar abrir la carta, dio un largo suspiro y un chillido de emoción que había intentado reprimir salió de su garganta, miró hacia la cama de su hermana y sin pensarlo dos veces se tiró encima de ella y comenzó a saltar mientras chillaba de alegría.

─ ¡Nymphadora, Nymphadora! ─ La niña meció con fuerza a su hermana mayor que siguió roncando en su cama, Fiorella suspiró y saltó hasta su cama para acostarse otra vez, volvió a mirar la carta en sus manos, por alguna razón ya no le llamaba la atención.

Miro a la cama de su hermana enojada, odiaba cuando Dora dormía como un tronco, no había nadie que la despertara a excepción de su mamá claro estaba. Su vista giró a la izquierda encontrándose con el florero, una brillante idea pasó por su mente.

─ ¡Nymphadora, despierta! ─ exclamó antes de echar el agua fría (flores incluidas) del florero en la cara de su hermana, soltó una enorme carcajada al ver como su hermana intentaba, sin ningún resultado positivo sacar las flores de su rostro.

─ ¡¿Qué es esto que está en mi hermoso rostro?! ─ gritó Nymphadora. Fiorella alzó ambas cejas en gesto de burla.

─ Yo de ti no me quejaría ─ se burló Fiorella, los ojos chocolate de Nymphadora se posaron en ella, por un minuto pareció confundida ─ después de todo ambas sabemos que mi rostro es más bonito que el tuyo.

Nymphadora pareció comprender todo, y ahora miraba con enojo a su hermana menor.

─ ¡Fuiste tú! ─ la señalo con el dedo índice, Fiorella tragó saliva al ver como el cabello de su hermana cambiaba a color rojo vivo, señal de que en verdad estaba enojada.

─ ¿Mamá no te ha dicho que señalar es de mala educación, Nymphadora? ─ preguntó tratando de que el enojo de su hermana bajara un poco.

─ Sí, pero ella no está aquí ─ Nymphadora bajó el dedo mientras fruncía el entrecejo ─ y ¡No me llames Nymphadora!

─ ¿Por qué? ─ preguntó Fiorella, sabiendo que esa pregunta empezaría una larga discusión.

─ Porque es horrible ─ resopló Nymphadora, e hizo una mueca de asco cambiando el color de su cabello a un verde vomito.

─ Yo creo que es lindo. ─ se cruzó de brazos Fiorella, ella estaba dispuesta a llevarle la contraria.

─ Es horrible.

─ Lindo.

─ Horrible.

─ Lindo.

─ Horrible.

─ Lindo.

─ Horrible.

─ Lind...

─ ¿Qué está pasando aquí? ─ les interrumpió la voz suave de su padre, ambas voltearon a verlo, lucía talco...tal como se levantó.

Fiorella cogió la carta de nuevo y corrió con ella hacía su padre, Ted apenas pudo sostenerla cuando la niña se aferró a él como mono.

─ ¡Llegó, tú habías dicho que no llegaría! ─ la niña batió la carta frente el rostro de su padre ─ ¡Toma esa papá!

Nymphadora dio un gran salto de la cama a la puerta de su habitación, y le quito la carta de las manos.

─ Nunca pensé que viviría para ver esto ─ dijo con dramatismo mientras leía la dirección en el sobre.

Fiorella Lestrange: La vida de una Sangre Pura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora