Ya habían pasado varias horas desde que subí al tren, las tres chicas raras que me habían invitado a su vagón habían estado hablando sin parar durante todo el viaje, Rebecca había dejado a un lado la timidez hace un largo tiempo.
Virginia nos estaba contando algo sobre que había visto un unicornio una vez y como lo había acariciado junto a su hermana, cuando alguien abrió la puerta del vagón interrumpiendo así a Virginia.
La niña carraspeo y nos sonrió mostrando unos incisivos muy grandes para ella.
—Hola, ¿han visto un sapo? —alcé una ceja y Rebecca me miro con una mueca en la cara, a ninguna de las dos nos había gustado el tono mandón con el que nos hablo la niña castor—, un niño llamado Neville perdió uno.
Ella nos miro expectante a una respuesta, Virginia se removió incómoda a mi lado, la única que se atrevió a hablar fue Alice.
— Yo vi un sapo —comentó con aire soñador, la niña castor pareció emocionarse—, la semana pasada, me dijo que era un príncipe y necesitaba que una princesa lo bese para convertirse en humano. ¿Conoces a alguna princesa?
Solté una pequeña risa al escuchar las ocurrencias de mi pequeña amiga rubia.
— Hey —intente llamar su atención, ella me miró con unos profundos ojos castaños—, ¿Cómo te llamas?
—Hermione Granger—dijo avergonzada por la broma de Alice, alcé ambas cejas intentando comprender su nombre.
—Emm...Herms, no, Hir, ¿Herma-qué? —sacudí la cabeza para no marearme—, escucha, no hemos visto nada, así que...deberías retirarte, niña castor.
Los ojos de la niña se llenaron de lágrimas y fue ahí cuando me dí cuenta que la había llamado por su apodo en mi mente, ella salió corriendo, tuve la intención de disculparme con ella pero simplemente la rechacé.
— Eso estuvo mal, Fiore —escuché el murmuro de Alice.
—Lo sé, pero a veces hablo sin pensar.
Rebecca carraspeo incomoda. —Te disculparás, ¿verdad?
Mis labios se apretaron en una fina línea, ella esperaba que yo me disculpe, una palabra que no entra en mi vocabulario, simplemente no podía hacerlo, ni aunque quisiera.
— Yo...no lo sé, tal vez lo haga.
Mi pelinegra amiga hizo una mueca pero asintió conformándose con esa respuesta.
•••
El paisaje había cambiado tan rápidamente que ni siquiera nos habíamos dado cuenta que faltaba poco para llegar a Hogwarts.
Nos habíamos puesto nuestros uniformes unos minutos atrás, fue algo realmente incómodo ya que no queríamos ir a los baños -y tampoco sabíamos dónde están- por lo que decidimos cambiarnos dentro del compartimento.
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Fiorella Lestrange: La vida de una Sangre Pura.
Fanfic"Porque los sueños son algo que no siempre se cumplen" las lágrimas cayeron por su rostro, mientras sentía como su corazón se hacia pedazos. Disclaimer: el mundo de Harry Potter y sus personajes pertenecen a J.K. Rowling, yo solo estoy jugando con s...