Para muchos este concepto es abstracto, para otros es inexistente y para los alumnos de Shinganshina tienen nombre y apellidos: Eren Jaeger y Levi Ackerman, la pareja perfecta.
Su relación era conocida por toda la universidad, sobre todo porque ambos se complementaban; parecían sacados de un cuento de hadas, siendo lo que muchas personas desearían tener.
Eren era algo como el chico popular de buen físico, divertido, amoroso... y Levi responsable, trabajador, serio...
—Me gustaría tener una relación así— habló una voz femenina observándolos.
—No sé, cada vez que los veo me hipnotizan— respondió alguien—. Tanta perfección me perturba.
La pareja estaba con las manos entrelazadas caminando hacia una mesa para dejar la bandeja de comida.
—¿Vienes a mi casa esta tarde?— preguntó el moreno plantando un beso en su pareja.
El más bajo asintió esbozando una sonrisa que a cualquiera cautivaría.
—Sí. Definitivamente es perturbador.
[. . .]
Eren quería llenarlo de marcas.
Su labio sangrando...
Su cuello mordido...
Su cuerpo lleno de moretones....
Levi adolorido ante él...
Los besos eran profundos, agresivos.
Eren succionaba y mordisqueaba aquellos labios rojizos, y el mayor luchaba por seguir el ritmo fogoso de los labios contrarios, sentía como la saliva caía de las comisuras de los mismos y su lengua era envuelta con gotas de sangre.
Levi sonrió.
El moreno deslizó sus labios hasta el cuello del mayor, succionando y tirando con sus dientes toda la piel que tenía a su disposición; el color carmesí comenzó a brotar por la delicada piel de su pareja.
Levi rió.
—¿Vamos a la cama, bebé?— el más bajo soltó una carcajada— Anhelo sentir tu cuerpo fundido con el mío y verte retorcer y desvanecer ante mí.
—No tengo ganas, Eren— respondió con cierto descaro.
El moreno rodó los ojos.
—Levi, quiero follar— le repitió molesto en la oreja izquierda al mayor.
—Y yo te dije que no quiero— contestó empujando al moreno.
El enfado de Eren se hizo notar tomando el delgado brazo de Levi bruscamente.
—Vamos a la cama— exigió—. Quiero agarrarte por el cuello, asfixiarte mientras te cojo fuerte y hondo escuchando nuestras pieles chocar y tus gemidos suplicando con dolor y placer.
En cuestión de segundos, la mano del mayor impactó contra la mejilla del menor.
—Idiota— insultó Levi.
La habitación quedó en silencio, solo se miraban a los ojos, ninguno hablaba ni expresaba.
Después de varios minutos, Eren decidió actuar quitándose su camisa blanca dejando ver su anatomía al mayor.
Clavícula notoria, pecho firme y abdomen marcado. Levi miraba fijamente a su pareja.
—Eren, métemela.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ; Nota. Perdón por hacer este anuncio pero me veo en la obligación. A las personas nuevas que leen este fic, pido por favor que comente o voten ¡No a los lectores fantasma! (Parece que uso bots y no es así xd). Gracias y disfruta :).
