Capitulo 3.

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Il mio amore

03 de febrero del 2019.

Regina.

- Apresúrate. -grita Camille desde el pasillo, es tarde y aún no he terminado de arreglarme. -Regina vamos a llegar tarde.

- Ya voy.

Salgo vestida con un vestido largo blanco de tela fina con un corte abierto en la pierna y un escote muy notorio, opté por unas plataformas color blanco también, mis lentes Gucci y una cartera Channel color blanco. En fin, creo que sí me piden matrimonio ahí mismo estaré lista.

- Casi que no sales. -dice Mariah molesta.

- Ya ya ya chicas, calma que estoy lista ya.

Salimos faltando un cuarto para las 6 al club náutico de la ciudad, en el trayecto les término de contar a las chicas los detalles de anoche dejándolas en estado de chock y ellas me platican de lo que hicieron.

Camille estuvo hablando con un Ruso muy atractivo y este la llevó a casa pero no pasó nada y Mariah estuvo con su viejo amigo recordando viejas noches de su juventud y yo pues ya ustedes saben.

Llegamos al club de yates y nos dirigimos hacia el yate del amigo de Mariah. Su nombre es Paul, es un chico color canela, alto, es flaco pero tiene un poco de brazos parece un modelo, es muy atractivo.

- Buenas tardes hermosas. -dice el chico en tono coqueto.

Saludamos y nos adentramos en el muelle, hay muchos yates de todos los tamaños. Incluso hay uno que se parece al que quiero comprar en Miami, llegamos al nuestro. Es un yate negro con líneas azules, es inmenso; cuenta con tres habitaciones, cuatro baños, una cubierta enorme y es muy lujoso.

Quitamos nuestras zapatillas y nos adentramos recibiendo una copa de champagne que nos brinda un mesero. El atardecer se hace notorio en la ciudad y ya hay muchos invitados llegando y platicando con los demás presentes, dentro de esos el ruso amigo de Camille, que apenas lo ve se va y me deja sola, de nuevo.

- Hey, ¿a donde vas?

- Llegó el guapo ruso que conocí anoche, iré a saludarlo no tardo.

Y se fue dejándome con la palabra en la boca.

Me acerco a la barra y pido otra copa de champagne, se suponía que era un viaje de amigas y velas ahí, una está con un viejo amigo y la otra tratando de ligar.

- No sabía que tenías tan malos modales que te vas sin despedir. -dice el guapo rubio que está detrás mío.

Magnus.

- Yo.. yo.... lo siento, no quería despertarlos y mis amigas estaban preocupadas.

- No hay problema linda. -responde dándome un beso. - ¿Te estás divirtiendo?

- No mucho que digamos.

Un silencio se hace inminente cuando un hombre de casi dos metros de alto, con un hermoso pelo negro y ojos negros se hace presente, luciendo un hermoso traje blanco que hace contraste con su piel. Todos se quedan observándolo como un dios, todos menos yo que se quien es ese bastardo.

Alessandro Lombardi.

Pero es que ese hombre no tiene que hacer con su vida que siempre coincidimos en los mismos sitios, desde aquí puedo ver su prepotencia y su ego. Este avanza entre medio de la gente y mis ojos se conectan con los suyos, su rostro forma una sonrisa de burla y se para en frente mío.

- Si te estás preguntando, el yate también es mío. -dice en un tono de burla mirándome directamente a los ojos.

- ¿Pero que no era de Paul? -pregunto confundida.

REGINA +18 (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora