Capítulo 18: debilidad y depresiones

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Después de que Lynn le cerrara la puerta en la cara a Misaki dejo su mochila en el piso de su habitación y se dirigió a su cama, tomo asiento en silencio, se desato la cola de caballo que caracterizaba su peinado y se quedó viendo hacia el infinito por algunos segundos. Poco a poco una lágrima asomaba por su ojo derecho y camino hacia su cama donde se dejó caer con la cara pegada a su almohada. El silencio que reinaba desde que Lynn llego al cuarto fue cortado por los sollozos de la deportista, los cuales subían y bajaban de volumen casi de forma gradual ya que ella no quería que su familia la escuchara en ese estado tan vulnerable.

Lynn, mientras seguía sollozando – lo hizo... me... me... - no completo la frase porque el sollozo se convirtió por fin en llanto, un llanto casi mudo para que nadie supiera que estaba llorando – Lynn, hem... no sé qué decirte... lo... lo lamento, de verdad que yo también sufrí con lo que vivimos... pero creo que debes controlarte y... - La deportista interrumpió a su voz interior - ¡¿controlarme?! ¿Cómo quieres que me controle cuando fui violada por la persona que me hace la vida miserable? – bueno... "suspiro"... tienes razón, no sé cómo se me ocurrió decirte eso... lo lamento solo cállate... no quiero oírte por ahora solo intento consolarte, no es para que me hables así solo cállate, no haces más que solo decirme lo obvio y meterme ideas locas a la cabeza, tu dijiste que podría haber querer conmigo... pues felicidades... acertaste... esta idiota quería algo conmigo y lo obtuvo – no puedo evitar sentir que me culpas a mí – ¡pues sí, ahora déjame sola! – no quiero discutir más, así que te dejare sola, nos vemos la voz dijo esto último algo dolida, al parecer las palabras de Lynn la lastimaron.

Lynn paso más de media hora llorando cuando finalmente se levantó para meterse a bañar, tomo su toalla y salió de su habitación con paso lento y al llegar a la puerta del baño toco dos veces. Al no recibir respuesta entro sin más, abrió la llave del agua caliente y mientras se llenaba la bañera comenzó a despojarse de sus ropas hasta quedar en ropa interior, la misma que era de su hermana menor. Al verse en el espejo del baño usando ese conjunto solo se llenó de vergüenza y rabia, se arrancó el corpiño y las bragas, que tenían algunos rastros de humedad seca procedente del genital de la castaña.

Lynn – no puedo regresarle esto a Lola... tendré que quemarlo... como debí haber hecho con la foto desde un principio

Con enojo y lágrimas corriendo por su cara tiro la ropa en el piso con furia y finalmente se metió en la bañera llena.

Durante el transcurso del baño se frotaba los brazos, piernas, pecho y partes íntimas con desesperación mientras susurraba para sí misma "estas sucia, eres la perra sucia de Minerva" se froto tan fuerte que su piel se volvió de un rojo intenso gracias a la fricción ejercida. Cuando finalmente termino de bañarse y salió del baño avanzo con lentitud a su habitación, abrió la puerta y todo estaba oscuro.

Lynn – no recuerdo haber apagado las luces - ¿Lucy? ¿Estás tratando de invocar a Trigon de nuevo? La última vez solo lograste quemar las cortinas y...

??? – no soy Lucy, aunque creo que no tardará en llegar por el tarado de Manuel

Lynn - ¿"S"?

"S" prende una lámpara en la mesa junto a la cama de Lynn cuando esta última dijo esto, el loco en el cuerpo de su hermano estaba sentado en su cama, muy cerca de la almohada

S – ¿esperabas a alguien más?

Lynn estaba nerviosa, en su mente solo paso una idea en su cabeza - ¿este día podría empeorar? – es-escucha, sea lo que sea que quieras... no estoy de humor... por favor, hoy no

S – tu humor me importa un comino, quiero que me digas algo

Lynn – ¿Qué quieres?

S – ¿qué te paso?

no estoy loco, solo divididoWhere stories live. Discover now