Lee Félix es un estudiante de fotografía y su última tarea es algo... peculiar.
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Esta historia NO es de mi propiedad
Historia original @Lia_Rxsh
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Los días fueron pasando y Félix y Changbin se estaban volviendo más cercanos de a poco, hablaban por mensajes cada vez que podían y cuando las sesiones de fotos terminaban.
Había que admitir que tenían una pequeña tensión sexual entre ellos, en las sesiones Félix miraba de más el cuerpo de Changbin y Changbin no se quejaba, de alguna manera le gustaba que Lee lo mire. O cuando estaban hablando tranquilamente se quedan callados observando sus labios.
Changbin vestía con un short negro de tela, bastante pequeño y apretado, y una camisa de seda color vino hasta su glúteos.
Estaba recostado boca a bajo sobre el sillón, tenía su trasero alzado, su pecho pegado a los almohadones, su pierna derecha flexionada y la izquierda más abajo, su camisa le tapaba solo la mitad de su trasero, mostrando su short.
Félix suspiró profundamente y sacó la foto desde la mitad del pecho de Changbin. Tragó duro, ¿era normal que quisiera nalguearle el culo?
–Siéntate de espaldas en el suelo sobre tus rodillas, desabróchate la camisa y deja que caiga por tus hombros...–Ordenó Félix.
Changbin se bajó del sillón y le hizo caso al mayor, comenzó a desabotonarse la camisa y la dejó caer dejando a la vista la lechosa piel de su espalda.
Félix mordió su labio inferior al observar la hermosa piel de Changbin, tenía tantas ganas de morderla, tocarla, marcarla...
Dios, Chagbin lo tenía mal, muy mal.
–Ladea un poco tu cabeza–Dijo y Changbin volvió a obedecer moviendo su cabeza unos pocos milímetros.
Sacó tres fotos de la misma posición pero distintos ángulos.
El día estaba muy soleado y despejado, por lo tanto Félix se lo ocurrió la brillante idea de tomar las fotografías. Ah... A veces odiaba ser tan... perfeccionista.
La habitación de Félix era grande, con las paredes pintadas de gris oscuro, su cama matrimonial estaba perfectamente tendida con un cobertor negro, su escritorio con algunos libros y su computadora, un estante de madera pulida con libros, lentes de cámaras, cámaras y algunos pequeños trípodes pequeños, a un lado de éste estaban los más grandes y por último su armario con un espejo en la puerta.
–Espera... tengo una idea–Dijo Changbin, caminó hasta la silla del escritorio y entre sus manos agarró una corbata negra–¿Qué te parece si me atas las manos a la cabecera de tu cama? Creo que quería bastante erótico, ¿Qué dices?
–E-Eh, claro... Sí, creo que sí–Carraspeó–Recuéstate...
Changbin se recostó en la cama y Félix se acercó a él tomándolo de las manos delicadamente. Pasó la corbata por sus muñecas y luego lo ató a la cabecera.
Tomó nuevamente su cámara y se alejó un poco de la cama, la ventana estaba cubierta por unas cortinas blancas bastante finas dando una especie de "brillo" a la cama.