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Félix  amaba la fotografía, desde pequeño siempre le gusto ver a fotógrafos sacar fotos del paisaje en las plazas o lugares similares

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Félix  amaba la fotografía, desde pequeño siempre le gusto ver a fotógrafos sacar fotos del paisaje en las plazas o lugares similares. Le fascinaban las cámaras fotográficas y sacar fotos a lo que sea. Cuando él tenía 15 años sus padres para navidad le habían regalado una cámara, no profesional como la de esos fotógrafos, pero al pequeño Lee no le importó y agradeció de mil formas a sus progenitores por ese asombroso regalo.

Este gusto por la fotografía empezó cuando vio a una chica extranjera tomar fotos en el río Han a sus 10 años de edad, la chica tomaba fotos al paisaje y las flores que estaban por ahí. Se la quedó viendo un rato hasta que la chica noto la mirada de Félix, ella le sonrió y le mostró las fotos que habían sacado. Éstas eran geniales.

El australiano se había quedado fascinado y desde ese entonces había decidido que iba a estudiar algo relacionado con la fotografía.

Ese día llegó a su casa y le contó a su padre lo que vio, el señor Lee escucho atentamente lo que su hijo le contaba y al terminar le dijo que lo siguiera. Al llegar a la habitación el señor Lee rebusco entré sus cosas y le entregó una cámara que él usaba cuando era joven.

No era la mejor cámara del mundo, pero sacaba buenas fotos, le enseño como usarla y Félix cada vez que tenía tiempo sacaba fotos al jardín de la casa, a su madre mientras leía, o su padre mientas trabajaba o cuando cocinaban, también en su cuenta de Instagram seguía a muchos fotógrafos reconocidos.

A los 15 años tuvo su cámara nueva y a los 18 se auto regalo una cámara profesional por haber terminado la secundaria con las mejores notas.

A esa misma edad se había mudado solo a un departamento pagado por sus padres y también empezó su carrera universitaria de fotografía.

Hoy en día era un chico de 22 años, pelinaranja y muy guapo. Su carrera iba bien y trabajaba como camarero en un restaurante. Le pagaban bien a decir verdad.

Félix salió del baño con una toalla en su cintura y con otra más pequeña para secar su cabello, entró a su habitación y buscó la ropa que iba a ponerse para ir a estudiar, solo se colocó una remera manga larga negra, con unos vaqueros azules con algunas roturas y arriba un hoodie gris oscuro con capucha.

Dejó las toallas secando y fue hasta la cocina para desayunar algo antes de irse a la universidad, al terminar y limpiar todo se colocó sus converse, agarró su mochila y salió del edificio para ir a estudiar.

Las calles de Seúl estaban tranquilas, no había tráfico, el clima era perfecto y solo habían alumnos caminando a sus escuelas.

En sus auriculares resonaba Into You de Ariana Grande, hasta que cierta peliazul se puso a su lado y le quitó el auricular derecho.

–Hola, Ryujin–Saludo Félix pausando la música.

–Hola, Lix oppa–Dijo la chica con su típica voz grave y una sonrisa.

Erotismo -LixBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora