Lee Félix es un estudiante de fotografía y su última tarea es algo... peculiar.
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Esta historia NO es de mi propiedad
Historia original @Lia_Rxsh
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Changbin sentía el estrés al máximo.
Su examen era dentro de cuatro días, estuvo todos los días estudiando con pocas horas de sueño y con mala alimentación. Sumado a que todavía tenía que seguir estudiando también tenía que trabajar, dos compañeros renunciaron y tenía que estar en la cocina armando pedidos, llevando los pedidos a las mesas, estar en el caja y limpiar. Y para colmo no sabía que se le dio a la gente por ir a la cafetería y llenarla, el lugar colapsaba de gente últimamente.
También porque dentro de poco sería el juicio de su tío.
No le molestaba que el lugar se llenará, pero no vendría mal un poco más de ayuda, ahora solo él y dos compañeros más estaban atendiendo la cafetería ya que ninguno sabía dónde mierda estaba la jefa para ayudarlos un poco.
Su abuela ya había llegado a Seúl y desde que llegó no pudo ir a visitarla por estar trabajando y estudiando todo el santo día.
Iba a la universidad, trabajaba y seguía estudiando en su casa, no estaba comiendo ni durmiendo bien. Lo único que consumía era café y el pobre almuerzo que comía en la cafetería de la universidad.
Se sentía débil y con sueño, tenía bolsas debajo de sus ojos y en tan solo un par de días bajo un total de casi seis kilos. Que para Changbin era mucho, ya que era muy delgado y pequeño.
Pero eso no le importaba, solo le importaba estudiar, aprobar el examen y pasar a su último año de la carrera de psicología.
Ahora mismo estaba preparando un licuado de frutilla y moras junto con un café y dos pedazos de torta de chocolate. Colocó el gran vaso de vidrio con el licuado con sumo cuidado y salió de la cocina para llevar el pedido a la mesa correspondiente.
Mientras caminaba trataba de esquivar las sillas y bolsos de los clientes, el lugar estaba muy llenó y podría tropezar.
Y fue lo que pasó...
Mientras caminaba, tropezó con una silla y se cayó al suelo, las bebidas y los pasteles se desparramaron por el suelo, los vasos y los platos se rompieron en mil pedazos. Changbin se quedó petrificado, pero rápidamente se sostuvo de sus rodillas y empezó a juntar los pedazos de vidrio roto, disculpándose con los clientes por el desastre que causó.
––Chang, ve a la cocina y descansa, Jun y yo nos ocupamos––Dijo su compañera Lia.
––No, no, yo puedo solo me... ¡Auch!––Se quejo cuando un pedazo de vidrio corto la palma de su mano.
––En serio, Chang. Ve, y cúrate la herida.
Changbin, bastante apenado y adolorido, se fue a la cocina para curarse. Puso su mano lastimada debajo del grifo de agua y su mano sana en la camilla, el abrirla, agua muy caliente fue lo que tocó su herida haciéndolo gritar de dolor.
Espero que el agua se volviera fría para después volver a meter su mano aguantando el dolor y el ardor.
Su teléfono empezó a sonar en el bolsillo de su pantalón, lo tomó con su mano sana y sin ver contesto la llamada.