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La noche llena de estrellas, acompañaba a un triste Carlos en camino a un bar. El joven español deseaba ahogar sus penas, y dejar de pensar en aquella chica por unos momentos.

Su camino fue corto, pero lo hico en aquel lujoso auto negro. Al llegar no lo pensó dos veces, y fue directo a la barra para pedir su primer trago de la noche, un escoses.

Había más gente de la habitual en ese bar sobre la 29st, pero el ambiente seguía siendo el mismo. Con el bullicio de fondo y el alcohol incorporándose a su sangre, Carlos pensaba en su bella chica y como habían discutido.

Desde que despego de México no pensaba en otra cosa, y aún ahora, habiendo aterrizado en Espala ella seguía en su mente. Sentía un poco de rabia por como la chica le había hablado y por como lo había acusado por rumores de revistas. No era como si a él no le importaran esas cosas, sino que intentaba que no le influyeran en su relación.

Comenzó a observar a las personas a su alrededor, algunos grupos de amigos y algunas parejas. Llegó a presenciar, incluso, una pareja de amantes o eso creyó que eran. Vio como algunos corazones rotos se retiraban en la soledad, y como otros iban en compañía de similares. De pronto, se sintió solo en aquel lugar; era de esperarse ya que no conocía a nadie allí.

Damas y caballeros entraban a aquel lugar, había cambiado un poco desde la ultima vez que lo visitó. Mejor dicho, las personas que lo recurrían habían cambiado; ni siquiera su amigo Phil estaba.

Phil, pensar en ese viejo amigo le recordó parte de su infancia. Había crecido con aquel chico, aunque Phil era más joven que él. Sabia que aquí había tomado un empleo de medio tiempo, mientras finalizaba sus estudios.

Su segundo trago fue algo clásico, más de lo que le hubiera gustado, un Vesper Martini. Aquella copa tan elegante y en forma cónica se convirtió en la compañía del español por la siguiente media hora, cuando finalmente decidió por tomar otro trago. Sin embargo, antes de poder pedirlo, un wisky a las piedras llego hacia él.

- Disculpe, yo no he pedido esto. - expuso un confundido Sainz.

- Usted no, pero fue cortesía de aquella joven. - le informó el mozo, señalando a algún lugar del bar y luego perdiéndose entre la gente.

- ¿Fue una mala elección de mi parte? - cuestiono, quien supuso, fue la mujer que le regalo aquel trago.

- No, solo que no estoy disponible. - dijo el español, mientras deslizaba el trago por la mesa.

- Lo he percibido. - comento. - Creo que solo has venido aquí a ahogar tus penas en l alcohol, cuando este no te dará una respuesta. No te juzgo, solo has llamado mi atención.

- Si percibes la razón de mi presencia aquí, ¿por qué te cercas?

- Soy Sabina Españon, un gusto. - extendió su mano hacia él.

- Carlos Sa... Carlos Sambrano. - evito decir su apellido, por más que supuso y la mujer lo supiese.

- Y dime... ¿Quién tiene a tu mente tan agobiada? - cuestiono Sabina acomodándose en la silla.

Hola, ¿cómo están?

Nueva historia que nacio a partir de ver una serie (los elegidos de la gloria) jajaja, más bien en una escena de la serie but anyways.

Espero que les guste y la disfruten❤

Dedicada a mi querida amiga Alex_SantDi CarLand0 Luv ya Ale❤❤❤

Gracias por leer❤

𝙼𝚎 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝟸𝟿𝚜𝚝 - 𝙲𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜 𝚂𝚊𝚒𝚗𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora