#9 (+13) ⚠

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La familia de Mike le había ido a visitar a su departamento de sorpresa. Trolli estaba pero por suerte solo pasaban tiempo juntos y nada más.

– Bien, mi familia no sabe que soy gay así que no me hables en femenino. – rio Mike.

– ¿Cuándo lo hago? siempre te hablo en masculino.

– Emm... ejem, "perra".

 Bueno excepto cuando lo hacemos o te molesto.

– Mejor vamos a almorzar con ellos. 

Se sentaron en la mesa.

– Trollino, ¿ya tienes novia? la última vez que te vi estabas soltero. – preguntó la mujer.

– Sí tengo. Es castaña, ojos cafés, le gusta el color amarillo y no es muy alta. – Mike se sonrojó al oír esa descripción.

– Se oye bonita.

– Lo es. Es perfecta.

– ¿Y tú, hijo? – esta vez habló el padre del menor. – ¿para cuándo la novia?

– No creo que pronto, pa. 

– ¿Y esa azabache del otro día, Mikel? – quería molestarlo. – ¿Qué pasó con ella?

– ¿La de ojos celestes?

– Sí

– Era muy pesada. 

– Buff – rodó los ojos.

– Pero hijo. – regañó. – estarás soltero para siempre.

– No me extrañaría, mamá.

Mientras comían, Trolli seguía pinchándole:

– Amiga, ¿me pasas la sal?

– ¿"Amiga"? jeje, sí Trolli, pero habla bien.

– Ups, lo siento.

Luego necesitaba otra cosa.

– ¿Serías una buena chica y me pasarías el aceite?

– ¿"Buena chica"? – el padre de Mike alzó una ceja.

– ¡Que tonto andas, no me confundas con tu novia! – ya estaba muy molesto. – ¡toma el aceite, hombre!

Como el castaño lo tenía en frente y la mesa no era muy ancha, aprovechó para hacer su venganza y al mismo tiempo conseguir que se callara. 
Levantó el pie y lo puso entre las piernas de Trolli, llegando hasta su entrepierna y dejando descansar el talón en la silla. Presionó un poco.

– ... – el azabache apretó los dientes.

Estuvo obligado a no decir nada más para molestar a Mike. 

– Bueno hijo, nos vamos. 

– Vale, adiós.

Se despidieron. Apenas la puerta se cerró, el mayor lo tomó de los brazos con fuerza.

– ¿¡Cómo te atreves a hacerme eso durante el almuerzo?!

– ¿Uy, se enojó?

– Ya verás. – lo llevó al sillón. – jugaste con fuego.

– Creí advertirte sobre hablarme en femenino.

– ¡No pensé que llegarías al punto de aplastarme el miembro en plena comida! – le comenzó a sacar el pantalón.

¡Cómo Jotear, con Mikecrack! | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora