#7

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– Discúlpate... – le gruñó en el oído.

– N-no... – era atemorizante, pero divertido a la vez ya que sabía que Trolli solo jugaba y no le haría nada en verdad.

– No te hagas el difícil. – lo aprisionó más contra el colchón, tomando de sus muñecas.

Mike pareció sacar una sonrisa.

– ¿Por qué debería disculparme?

– Por dejar que te toquen así teniéndome al lado. 

– Mm⁓ ¿estás furioso?

– ¿Cómo te parece que estoy? – le dejó un mordisco con un tono juguetón en el cuello.

– Con ganas de comerme.

– Estás en lo cierto. – le besó y entró a su boca mientras dejaba sus muñecas en paz y comenzaba a bajarle la cremallera. Se irguió mientras se quitaba la ropa de encima. – dicen que eres lo que comes, así que... para mí eres un chocolate.

– Si uno es lo que come, jeje, ¿Qué serías tú?

Trolli lo pensó unos segundos.

– Eres un sucio. – no tardó en comprender lo que quería decir. 

El menor se sonrojó al tenerlo encima y desnudo.

– Ese cuerpo... – suspiró.

El azabache se deleitaba mientras le iba quitando prenda por prenda. 

– Uh, solo queda una. – señaló el bóxer. Dejó un chupetón justo en la división de la tela y el vientre de su novio.

– Hm⁓ 

Lo sacó de un tirón hacia atrás. Tras tenerlo desnudo, subió por su cuerpo hasta su boca y mientras lo besaba amenazaba con meter un dedo en su entrada.

– Discúlpate – le volvió a pedir con una ronca voz.

– P~perdón Trolli.

– ¿Solo eso? que simple, no parece disculpa. – introdujo el primer dedo. – con un poco más de sentimiento por favor.

– Agh⁓ perdón Trolli no debí hacer ni dejar que eso pasara⁓...

– Así me gusta. – le besó nuevamente y metió un segundo para luego simular lentas estocadas. – pero una disculpa no impedirá que te castigue.

– Mm⁓ mh⁓ 

El azabache llegó sólo a dos y pasó al siguiente nivel, no quería esperar. Lo tomó de las piernas y lo acercó a su cadera para posicionarse. Entró lentamente, admirando cada pequeña reacción en el rostro de Mike.

– Ah⁓ Mikel⁓ – se agachó para llegar a su boca mientras movía su cadera para simular estocadas. Le mordisqueó el labio y se lo tiró un poco.

– Más⁓ – hizo un puchero.

Acatando la orden, el mayor se concentró en embestirlo a una velocidad rápida y constante. Le acariciaba la cintura y los muslos mientras lo hacía.

– Ningún maestro te tocará, ¿sabes por qué?... mgh⁓

– P~porque⁓ tengo dueño⁓...

– ¿Y cuál es su nombre?⁓ – hizo una estocada más fuerte a propósito.

– ¡Trollino!⁓⁓

– Buena respuesta, me gusta. – se separó un momento para sentarse correctamente en la cama y ponerlo sobre sus piernas. Lo siguió besuqueando. 

– Hmh~h⁓ – se movió hacia arriba para autopenetrarse y se sorprendió al sentir algo fluir en su interior. – aah⁓ te has corrido⁓

Trolli le besó en la mandíbula. 

– Ahora quiero que tú te corras, jeje⁓ – llevó sus dedos al miembro del castaño y toqueteó la punta.

– Hah⁓ aha⁓ – apoyó su espalda en el pecho del contrario. 

El azabache siguió tocando, acariciando la punta y estimulándolo para conseguir esa reacción que tanto quería. Sonrió satisfecho al ver la leche brotar y salpicar un poco hacia la piel del menor.

¡Cómo Jotear, con Mikecrack! | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora