41. ʟᴀ sᴇᴄᴛᴀ

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Aly.

Esta mujer está amenazando mi vida y lo peor, es sentir su oscuridad. Como si fuera parte de mí, mientras que su cuchillo rozaba mi cuello. Todos me miraban con preocupación y estaban alerta a cualquier movimiento que ella pudiera hacer.

-Ya perdiste-traté de asustarla, ya no tenía miedo-. Eres una asesina.

-Cállate-se quejó de mí, ya se estaba alterando.

Ahora estaba comenzando a disfrutar de su desesperación. Es como si ella se equivocó al tomarme como su rehén. Estaba al tanto de mi don y eso era peligroso para ella.

-Deberías de soltarme-le advertí, mientras me sangraba la nariz. Hallé uno de sus recuerdos y lo usé a mi favor-. Sé que no puedes matarme.

-Eres una maldita cría.

-Ya no tengo miedo-confesé mientras miraba a todos.

Finalmente, Josie me soltó porque sabía que tenía razón. La miré con desprecio y odio, en mi mente estaba grabado, los últimos momentos de vida de la esposa de mi tío. Ella suplicó por su vida e incluso mencionó los nombres de sus hijos para ablandar su oscuro corazón.

-Aly-me llamó Silas como si supiera lo que estaba pensando.

Pero lo ignoré.

-No tuviste piedad de ella-susurré enojada-. Ella suplicó por su vida.

-Retrocede-me advirtió, muy asustada y con su cuchillo apuntándome.

Se refería a mí, como si fuera el diablo. Mis uñas se volvieron garras en un pestañar a la vez que me moví con rapidez y le rompí la muñeca que sostenía el cuchillo. Su grito de dolor fue un goce para mis oídos y mis garras cortaron su garganta. Cayó al suelo y la vi ahogarse con su propia sangre.

Tenía la oportunidad de matarla, pero Silas me abrazó por detrás y me detuve. Mientras que el tío de Silas, Tobías, intentó detener la hemorragia con un paño de dudosa procedencia.

Forcejeé con Silas un poco, porque quería matar a Josie. Pero su aroma y tacto físico, me logró tranquilizar y regresando a la normalidad, el remordimiento regresó. No soy una asesina y lloré.

-Lo siento, yo no...-hablé con la voz apagada y llena de remordimiento.

-No, todo va a estar bien-dijo Silas, cuando me abrazó por delante.

Me aferré a sus brazos, ahora entendía que a su lado podía volver a ser yo misma.

-Va a estar bien-avisó Garret.

La estaba esposando, mientras que su hermano mellizo retiró el paño.

- Fue superficial-Aclaró Tobías.

-Se lo merece-dijo Tamara con desprecio y miraba con odio a Josie.

Isaac estaba a su lado, tomándola de la cintura de una forma protectora. Ahora Tamara y yo, somos las que más odiamos a Josie en este lugar. Ella es la causa de porque dicen que nuestra familia está maldita.

-Sácala de aquí-Isaac le sugirió a Silas-Aly, no le hace bien ver esto.

Silas, hizo caso a su hermano y me sacó de la terraza. Bajamos al segundo piso con cuidado y fuimos a su cuarto. Mi mente estaba en blanco.

-Casi la mato-acepté lo que hice, mientras entré a su baño privado y me lavé las manos.

Silas sentado desde su cama, me observaba.

-Pero no lo hiciste.

-Tú me detuviste-le recordé y mordí mi labio inferior.

-Debemos cambiarnos de ropa-dijo eso para cambiar de tema.

¹ Imprimados © (✔) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora