7. ʀᴇᴜɴɪᴏɴ ᴇɴ sᴛᴀʀʙᴜᴄᴋs

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Llegue al Starbucks, donde acordamos vernos para hablar sobre el libro que resumiríamos

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Llegue al Starbucks, donde acordamos vernos para hablar sobre el libro que resumiríamos. Lo había buscado por internet y lo compré, en formato E-book. Cuando llegue a mi casa y antes de bañarme, busque otra ropa que ponerme. Quería que reflejara neutralidad y feminidad a la vez. Pero esa idea, la deseche cuando saque mi antigua chaqueta de los Chicago Bulls y opte por usar una blusa manga cero azul con mi collar con la letra A, un pantalón y zapatillas negras. Mientras esperaba que llegaran los chicos pedí un café con chocolate intenso.

-Tú pedido está listo, Aly-Me dijo el chico que me atendió en la caja.

-Gracias, linda letra-Le agradezco con una sonrisa por el servicio y más por como escribió mi nombre en el envase. Por su gafete sé que se llama Alex y me sonrió. Tenía sonrisa de niño bueno. Se nota que me iba a decir algo, pero es interrumpido por la inoportuna llegada de Silas.

-Oye Aly, deja de coquetearle a todo lo que se mueve. -Escuché su reclamo en un tono de voz seria. Eso hizo que mis mejillas se pusieran un poco rojas y me dio vuelta para encararlo, ese comentario fue desagradable. Estaba ahí parado, a unos escasos metros de mí. Junto a Nik, ambos estaban usando sus chaquetas del equipo de futbol americano. Su amigo, sólo me hizo un gesto de saludo con la mano.

-Ah, entonces te falta verme como coqueteo con las mujeres. -Le respondo de esa forma tan brusca. Silas se quedó callado. Mientras que Nik y Alex comenzaron a reírse por mi respuesta. Como dijo que le coqueteo a todo lo que se mueve, eso incluiría a las mujeres.

-Ja, buena esa. Por favor...dos cafés cargados, tamaño grande. Pones Nik y el otro Silas-Hace el pedido Nik, en una forma educada con Alex. Mientras él esperaba su pedido, regresé a la mesa donde dejé mi maletín con mi laptop. La dejé ahí, porque el local no estaba tan lleno y solo era recoger mi chocolate caliente.

Pero en ese momento veo a alguien tomar mi maletín. -¡Oye eso es mío!

-Si, claro-Dijo el tipo y me pongo en medio. Para que no se vaya de aquí. Podría amenazarlo con llamar a la policía y que revisaran las cámaras de seguridad del local. Para ver quien dice la verdad. Pero Silas se adelanta y lo toma del brazo de una forma que lo somete al dolor. -Regrésale su maletín, Mason.

-Ah, solo le estaba dando una lección de no ser una descuidada. -Habla el tal Mason. No sabía si creerle o no, pero Silas lo conocía. Mason me regreso mi maletín.

-Podría a ver llamado a la policía y ahí, tu jueguito acabaría muy mal. -Le digo molesta. No sé si era porque Silas me defendió o porque mi ego femenino fue un poco insultado. Lo vemos salir del local.

-¿No vas a decir gracias o acaso insulte tú ego femenino? -Me pregunta Silas en un tono burlón a la vez que se sienta, donde antes estaba mi maletín. La mesa era perfecta para los tres.

-Gracias-Digo solamente.

-¿Gracias, que? -Al parecer Silas no se había conformado con mi breve agradecimiento.

¹ Imprimados © (✔) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora