Veneno de Tres Dias

La Familia de Sasuke

Estaba indignado, golpeó con su puño un arbol grueso, con mucha fuerza. El bastardo de Sasuke, era un puto egoista. Si, eso era, un puto egoista. ¿Como le había ocultado que si no recibía atención se iba a morir en 3 dias? Era un puto egoista y un puto suicida.

Mierda.

Hace mucho tiempo que no estaba tan enojado. La sola idea de perder a Sasuke le revolvía el estómago y le generaba una angustia que nunca había sentido.

Tomó aire. Necesitaba llevar a Sasuke con Orochimaru, una idea que no le gustaba. Aunque una cosa era cierta, nadie iba a tener un conocimiento tan acabado de los venenos y estaba seguro de que el antiguo maestro de su amigo, cuidaría de él mejor que nadie.

Volvió al refugio, Sasuke estaba solo sentado, apoyado contra una de las murallas de roca. Su cabeza descansaba sobre la piedra fría, tenía los ojos cerrados y respiraba rápido.

— ¿Que haces aquí solo Teme?
— Manda y Aoda fueron con Orochimaru... — dijo Sasuke débilmente — Perdoname Naruto.
— Sasuke...
— No quería hacerte sufrir, pensando en que puedo morir — suspiró Sasuke — no podría aguantar verte sufrir mis ultimas horas de vida.
— Sasuke — Naruto se habia quedado sin palabras.

El Hokage tomó a su amigo y lo abrazó. Un abrazo largo, profundo y cargado de emociones.

— ¿No te das cuenta de que no puedo pensar bien si estas en peligro, Teme bastardo?
— Gracias... Naruto.

Sin soltar un segundo el abrazo, Naruto se sienta junto a Sasuke y lo apoya contra su pecho.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro de que Orochimaru te va a curar?
— Orochimaru fue mi maestro, Naruto. No creo que me quiera dejar morir, menos si tiene la posibilidad de estudiar un veneno que me puede dañar a mi... e incluso a él. — Sasuke estaba muy debil.
— Bien, nos vamos. No te dejaré aquí muriendo. Y si tu confias en Orochimaru, yo también voy a confiar en él — Naruto tomó a Uchiha en sus brazos y se encaminó a la ubicación donde debía estar Orochimaru.

Al llegar a la guarida de Orochimaru, Naruto vio a lo lejos a Taka sobrevolar el aire a tres personas afuera y a Manda y Aoda flanqueándolos.

— SASUKEEEEEE!!! — chillo Karin al ver al Uchiha — ¿como  le sucedio esto?.
— Lo emboscaron — contestó Naruto, serio.

Juugo se acercó y al ver el rostro desmayado de Sasuke, sintió una gran pena. Se veía sudado y su piel era grisácea, probablemente se había desmayado del dolor. Acarició suavemente el rostro de su amigo, para correr aquel mechon rebelde que se empecinaba en cubrir el ojo rinnegan de Uchiha.

— Demelo Hokage-sama, ud debe venir cansado por el viaje — dijo Juugo estirando sus brazos.

Naruto se había quedado de una pieza ante ese gesto tan dulce y tan íntimo por parte de Juugo, y tardó en reaccionar en relación a qué pedia el hombre de Orochimaru.

— ¿Hokage-sama? — Suigetsu movio una mano frente a Naruto.
— Si, perdón. — dijo Naruto.

Cuando le entrego a Sasuke a Juugo, y vió la mirada tan dulce y cargada de cariño que le dedicaba de éste al tomarlo, volviendo a correr suavemente aquel mecho travieso; algo en su interior se revolvió, no alcanzo a reconocer que sentimiento era... ¿rabia?; ¿odio?; ¿Celos?.

Al ingresar a la cueva, los tres le pidieron detalles de lo que había ocurrido y al terminar de recorrer se encontraron a Orochimaru vestido con un traje de aislamiento.

— Orochimaru — saluda Naruto, con un tono seco.
— Hokage-sama... has venido a vistarme y a traerme a mi amado pupilo.
— Yo se que puedes salvarlo, no me cabe duda — dijo Naruto.
— No necesitas decirlo, Naruto. — dijo Orochimaru, mientras Juugo lo ponía en la camilla — ¿quien te hizo esto, mi querido niño?