Sasuke

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Con los ojos hinchados de tanto llorar, Naruto descansaba en una silla. Sasuke había sobrevivido, pero la angustia aún lo embargaba. Adormilado junto a la cama del Uchiha, sintió como Orochimaru puso una mano en su hombro.

— Hokage-sama. Puede ir a descansar si quiere, le avisaremos si Sasuke despierta.
— Na...ru... to

Ambos hombres vieron al Uchiha quien abría suavemente sus ojos.
— Naruto, ¿qué haces aquí?
—  ¿Cómo que... qué hago aquí? Te estoy acompañando, te envenenaron y yo te traje aquí...
— Gracias, lo sé,  me salvaste... no estaría vivo sin tu ayuda— Sasuke dedicó una hermosa sonrisa al rubio.
— ¿Te sientes mejor, Sasuke-kun? — preguntó Orochimaru.
— Si, gracias Orochimaru. Este veneno es como ninguno al que había sido expuesto.
— Y ahora eres inmune a él, como con muchos otros que hemos trabajado... aunque me gustaría que te revisaran en el hospital de Konoha.
— Probablemente Sakura quiera hacerme muchos exámenes... — rió Uchiha.
— Sasuke-kun... cuando estuviste muy grave, le avisamos a Sakura-san...

Tanto el Hokage como su sombra se sobresaltaron. Sakura iba a estar muy preocupada.

— Yo creo que llegará en unas horas— comentó Orochimaru.
— Naruto, si quieres puedes volver a Konoha. Sakura viene en camino y Orochimaru y los demás me van a mantener vigilado — sonrió Sasuke.
— Pero... Sasuke...
— No quiero alejarte de Konoha más tiempo. Gracias por traerme aquí y acompañarme. Debes volver.
— No, yo quiero quedarme.

Naruto puso cara de pocos amigos y miró a Orochimaru, quien entendió que debía retirarse. Ambos hombres debían hablar.

— Sasuke-kun, iré a buscar algo de comer, mientras te puedes quedar con el Hokage.

El Maestro Sannin se alejó hacia la puerta y pensó que su muchacho y el Hokage debían  resolver sus sentimientos ya, porque esto les iba a seguir generando más dolor toda la vida.

— Naruto, tienes los ojos hinchados. ¿Has dormido algo? — preguntó Sasuke.

El rubio sonrió, Sasuke podía haber estado al borde de la muerte, pero se seguía preocupando por él. Había llegado el momento. Si algo había aprendido en esos días era que : 1) no quería perder a Sasuke, 2) que cada vez que lo acercaba a su cuerpo su corazón se volvía loco y que 3) necesitaba escuchar de sus labios que el Teme lo quería.

— No te preocupes, he dormido — Naruto acercó la silla y tomó la mano del Uchiha entre las suyas. — ¿te sientes mejor?
— Si, al menos ya puedo respirar sin sentir que me voy a morir.
— Sasuke... yo, pensé que te morías — Naruto acercó la mano de Sasuke, la que tenia tomada con ambas manos, a su frente.

Uchiha disfrutó del suave roce.

— No me podía morir, no dejándote aquí — sonrió suavemente Sasuke.
— No lo hagas. No me dejes.

Naruto liberó una de sus manos del suave agarre para recorrer el rostro de Sasuke con el dorso de su mano.

— Naruto. Tengo algo importante que decirte — se animó Sasuke, al ver a su amigo en esa actitud tan dulce hacia él — Cuando estuve inconsciente, tuve lo que no se si fue un sueño o algo similar, soñé con nosotros, en un mundo distinto, extraño, en el que tú eras Primer Ministro, algo así como el Hokage, y yo era un médico en una clínica.

El rubio lo miraba muy interesado. ¿Esta conversación iba hacia donde él pensaba? Se propuso no dejar de mirar los ojos de Sasuke ni soltar su mano.

— En ese sueño... tú y yo estábamos juntos... — Sasuke hizo una pausa, avergonzado, esperando que su amigo lo soltara y le dijera que como se le ocurría o que era algo asqueroso, pero como nada de eso ocurrió, continuó — Juntos como pareja — Recalcó Sasuke, no, ninguna reacción adversa por parte del Hokage — y éramos muy felices.
— Me imagino que debe haber sido un mundo muy agradable — sonrió Naruto.
— Lo era — la respiración de Sasuke se agitó y el monitor junto a su cama empezó a sonar. — Mierda, Naruto, yo, yo te quiero.

Veneno de Tres DiasWhere stories live. Discover now