El Cuarto Escuadrón.

Cap. 33

ADVERTENCIA: Este capítulo podría contener un poco de +18, intente hacerlo lo más tranquilo posible pero acá lo tienen. Espero que les guste, tengo penita jajaja (/-\)

*En el capítulo anterior*

Ambas se levantaron y fueron a la cocina, Keiji ya había terminado de acomodar todo. Las papas estaban listas y la sopa a punto.

N: –Bueno creo que llegamos justo a tiempo.

H: –Sip, eso parece.

Ambas se sentaron en las sillas del comedor esperando la comida, Keiji y Mob también lo hicieron. Y Googles se encargó de servir cada plato, al finalizar salió en búsqueda del pan y lo colocó en la mesa.

G: –Buen provecho.

H, K y N: ¡Buen provecho!

*Inicio del capítulo* 

H: –¡Oí! Les salió rica la cena.

N: –Si, nada mal. Concuerdo. – tomó otro poco de sopa.

Googles partió una bocanada de pan y antes de comerla dijo: –Lo sé, me encargué de todo yo.

K: –¡Hey! No seas mentiroso.

M: –No le hagan caso, él solo hizo la sopa. Ni siquiera corto las verduras.

G: –Ni li higin cisi... mira el lado bueno sabes cocinar ya puedes casarte. – tomó un poco de vino mientras notaba la expresión de Moblit, se había puesto nervioso ante su comentario.

Las miradas de Berner y Zoé se cruzaron por unos instantes, y él avergonzado miro hacia otro lado.

M: –I....Iré al baño. – se retiró de allí con prisas, pero en realidad fue al pasillo y respiro hondo para aliviar un poco esos nervios repentinos. Era una situación nueva y no sabía cómo lidiar con ello.

N: –¡Tonto! Deja de incomodar a Moblit.

Hanji acomodó sus lentes, se levantó de inmediato y fue donde Googles. Lo tomó del cuello de la camisa y lo miro seriamente. –No lo molestes a él o me enojaré de verdad, aprende a respetar los límites, conmigo puedes bromear todo lo que quieras. Se que sabes lo que sucedió y lo usas a tu favor para bromear, pero aún es una situación delicada. – lo soltó despacio y fue a buscar a su asistente. Lo vio en el pasillo y lo agarro de la mano, lo llevó casi a la fuerza hacia su recamara.

Moblit solo la siguió y una vez estando allí dentro se sintió más relajado, como si estuviese en un lugar seguro. –Hanji-san no debe de que preocuparse, solo son bromas. Puedo soportarlas, se cansará en algún punto.

H: –Había que ponerlo en su lugar, lo aprecio mucho casi como un hermano, pero no me gusta que te haga sentir incomodo y ante mi presencia no lo voy a permitir. – acarició la mejilla del contrario y notó como se iba calmando. –¿Estás más tranquilo?

M: – Tu me haces sentir así. Bueno exceptuando si estás haciendo algo loco. – no pudo evitar reír.

Hanji retiro su mano y algo ofendida por ello camino hacia su cama, Mob la abrazó por detrás con delicadeza.

M: –Incluso haciendo las cosas más locas, estaré ahí cuidándote. Y no es necesario que lo diga... lo demuestro.

H: –Lo sé y lo agradezco mucho, siempre has estado ahí. – Se dio vuelta quedando enfrente de Mob y rodeó el cuello del contrario con sus brazos, él hizo lo mismo, pero a la altura de su cintura. Se miraron a los ojos con mucho cariño, las mejillas de Moblit se tornaron de un tono rosado. –¿Estás sonrojado?

M: –N...No lo recalques.

H: –Me está dando mucha ternur...– no pudo terminar la oración cuando se vio interrumpida por un beso del rubio, le tomó desprevenida aun así eso no fue impedimento para corresponderlo con ternura.

No paraban de besarse, como si todas las ganas de hacerlo estuviesen guardadas hace años, se dejaron llevar por el momento y sin interrupciones. Hanji guio hacia la cama a Mob y lo sentó, luego se sentó encima suyo.

M: –¿Estás segura de esto?

H: –Nunca estuve tan segura como lo estoy ahora mismo.

Moblit que tenía las manos en el regazo de la contrario comenzó a deslizarlas, ayudándole a quitarle su ropa, no fue algo complicado ya que cuando estaba muy borracha ayudaba a su comandante a cambiarse, pero esta vez era diferente. Tragó saliva cuando la vio sin la camisa, y se sonrojó una vez más, ambos se miraron a los ojos y sonrieron.

H: –¿Qué sucede?

M: –Eres hermosa. – acarició con suavidad las mejillas de Zoé, ella cerró sus ojos y disfruto de aquello. Luego se levantó con ella en brazos y la recostó con mucho cuidado entre las sábanas, y fue retirando su camisa. Pasó las manos por su pantalón llegando hasta el cierre empezando a quitárselo despacio, se levantó por un segundo para sacar la prenda con más facilidad, Hanji hizo lo mismo. El rubio paso sus manos por los muslos descubiertos de la castaña sin dejar de mirarla a los ojos.

H: –No te contengas. – mordió su labio con delicadeza.

Moblit sabía que ella se merecía el mejor de los tratos, por eso estaba siendo tan suave y dulce, no era cualquier persona, era quién más amaba. No podía dejar de contemplarla más allá de su excitación. Mientras sus manos la acariciaban, comenzó a besar el cuello de la contraria, y así continuaron por un rato hasta ambos quitarse toda la ropa. Completamente desnudos y excitados, procedieron a realizar el acto, Moblit estaba nervioso y era su primera vez, no sabía si lo estaba haciendo bien. Hanji lo tranquilizaba y lo provocaba para hacerle olvidar del miedo, ambos se complementaban muy bien.

H: –Te quiero Mob. – dijo entre jadeos.

Moblit le contestó también que la quería, esbozó una gran sonrisa y continúo, hasta que finalmente acabaron. Al finalizar se acostaron uno al lado del otro rendidos, se taparon con las sabanas, y se abrazaron mutuamente.

H: –Gracias...

M: –¿Por qué?

H: –Por tratarme así, por cuidarme así, ha sido hermoso.

M: –Eres especial, ningún hombre debería tratarme menos que eso.

H: –Lo sé, gracias de verdad. Y discúlpame de verdad.

M: –¿Por qué las disculpas?

H: –Por no haberme dado cuenta lo especial que eres hasta ahora y lo mucho que te quería y quiero.

M: –Quizás sientas que perdiste tu tiempo antes con otras personas, pero no te preocupes. No te arrepientas del pasado, disfrutemos el ahora.

H: –Tienes razón.

Mob acarició a Hanji, y tocó sin querer una vieja cicatriz de la muchacha. Está hizo una mueca, pensando que sería una sensación desagradable para él, se inclinó y beso la cicatriz. Luego volvió a mirarla.

H: –Ajá ¿Qué haces?

M: –Eres perfecta para mí.

H: –¡B-BAKA!

Ambos rieron y hablaron así por un rato hasta quedar finalmente dormidos.