Cap. 10

693 58 4
                                    


Bien, este capítulo se trata de la historia de dos personajes, a continuación se revelará quiénes son. Más adelante veremos más de Hanji, pasa que se trata de todo el escuadrón. Así que hay que desarrollarlo... comencemos! 

__________

Nifa había salido con Keiji un rato para charlar, aunque el moreno se comportaba de forma extraña. Al hablarle no le miraba a los ojos, y a toda costa miraba hacia los costados, como queriendo ocultar algo. A lo lejos una distraída Petra caminaba viendo hacia el suelo, Nifa le había agarrado rencor por haberse enterado que ella había hecho sufrir a Hanji. El moreno estaba también en la suya, lo que causo que estos dos chocaran.

K: - ¡Lo lamento! - Este le ofreció su mano para ayudarla y le dedicó una sonrisa.

P: -Tranquilo, fue mi culpa. -

Narra Nifa:

Ambos se sonreían con gusto, y eso me molestaba bastante. [¿Por qué no me miras de esa forma a mí? ¿Acaso no me ves como una mujer?] Pensaba Nifa con tristeza. Pero sin darse cuenta, estaba mirándole con una especie de odio a la señorita Ral.

P: - ¿Y tú eres? -

"K: -Keiji, un soldado del escuadrón de Hanji Zoe. - Miró a Nifa, quien desvió la mirada. -Y ella es Nifa, ambos somos miembros del escuadrón. Tú debes ser Petra, Hanji nos ha hablado mucho de ti. -

Petra se sintió nerviosa ante sus palabras e inventó una excusa para irse rápidamente del lugar, escuchar el nombre de su amiga le hacía sentir aún más culpa y esto le hacía creer que los demás sospechaban de lo sucedido.

En cuanto Petra se retiró apurada, continuaron los dos caminando, aunque el muchacho estaba nervioso y ahora la azabache estaba sin decir una sola palabra, lo cual hacía la situación el doble de incómodo. Lo que este no entendía era que la muchacha estaba celosa. Cuando quiso hablarle y se acercó a tocarle el hombro... tropezó causando que ambos cayesen el suelo, él encima de la contrario.

K: ¿E-Estás bien? ¿Te lastime? ¡Disculpa!

Esta no dejaba de mirarlo fijamente, algo avergonzada y al mismo tiempo con ganas de besar sus labios, negó con su cabeza y al recordar lo anterior, empujo al contrario y salió furiosa a caminar. Keiji no entendía el porqué de su reacción. Así que al ver lo furiosa que estaba, sabía que debía hacer algo.

¡NIFA! -Exclamó este quien la persiguió lo más rápido posible, y al alcanzarla, la acorraló contra una pared. - ¿Puedes decirme qué ocurre? ¿¡Qué te pasa?! Entiendo que quizá te hayas molestado por caerme sobre ti... esto no es normal de ti.

N: -Nada... solo déjame sola. -

K: -N-No... dime qué te pasa. Necesito comprenderte... no quiero que estemos así de incómodos... hay algo que te molesta y necesito saberlo. Me preocupas, y trato de ayudarte porque quiero que estés bien. -

N: -Te quiero Keiji... pero tú no me ves como una mujer... desearía ser una chica más alta, con rasgos bonitos. Me gustaría no aparentar ser como una niña... y-yo no puedo verte hablar con una mujer y que le sonrías de esa forma yo...

Este le interrumpió abrazándola con fuerza, su corazón palpitaba con desesperación, pero quizá era un abrazo de cariño y nada más. Eso pensaba... hasta que el contrario la miró a los ojos y se acercó a sus labios, para finalmente unir los suyos en un delicado beso. Un sin fin de emociones pasaban para estos dos tortolitos, al fin habían podido expresarse su amor o al menos demostrarlo. Keiji fue separando sus labios despacio, y volvió a mirarla. -Quería hacer esto hace mucho... pero pensé que no era de tu interés, a veces estas tanto con Erwin que supuse que quizá no te gustaba la clase de hombre que soy. Me gustas Nifa, y sí que te veo como una mujer... toda una mujer, ¡no me importa si no eres tan alta! Tu inteligencia me atrae, la capacidad que posees para resolver todo me gusta, eres toda una mujer y muy hermosa a tu manera. Nunca te vi como una niña, siempre fuiste mi mayor orgullo, pregúntale a Googles de quien hablo todo el tiempo. Te quiero, mi pequeña Nifa. - Ambos se abrazaron con fuerza, hasta que.... unos aplausos resonaron, estos dos confundidos miraron hacia la dirección de dónde venían. Avergonzados por quienes eran, solo se limitaron a reír.

El Cuarto Escuadrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora