2. Nueva Familia

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— Mamá en verdad no quiero ir, si quieres que te ayude con los gastos de la casa lo hago, pero piénsalo por favor. — digo casi  desesperada.

— Ya te dije que no T/N T/A iras conmigo, dime algo ¿acaso te gusta este departamento? ¿Te agrada la forma en que vivimos ahora? — Dijo ella apenada.

Yo suspire, pues realmente no es que me gustará, ya me había adaptado a esto. — Eh vivido aquí 17 años ya me acostumbre. — dije sarcástica.

Mi madre suspiro. — Hija ve esto como una oportunidad, mejor escuela y calidad de vida. Además no es solo eso, yo estoy enamorada de Matthew y vivir en la casa de los Sprouse's no será tan malo ya lo verás. Merezco ser feliz ¿no?

Tal vez si, mi madre merecía ser feliz. Y la nueva "calidad de vida" no era lo q me agradaba tanto, me parecía molesto, porque no era necesario, pero por mi madre, haría el esfuerzo.

Realmente no me queda alternativa tenía que ir, afortunadamente mi mejor amiga Verónica Lodge que tiene mucho dinero no le fue difícil cambiarse a la misma escuela que yo así que estaremos cerca a parte de que mi nueva casa no queda lejos de la suya.

Tampoco es como si esta casa no fuera suficiente, quizás no hay piscina ni servidumbre o no sea de dos pisos. Tampoco hay agua caliente. Pensándolo bien si nos hace falta un cambio.

Mi madre y Matthew se conocieron en la oficina de publicidad donde el es dueño y ella su secretaria, digamos que desde que mi papá nos dejó cuando yo tenía 10 años  mi mamá a tenido que solventar sola todos los gastos, y ahora esta perdidamente enamorada de un famoso.

Y de sus hijos no hay mucho de que hablar, ellos no son famosos, ambos estudian y tienen 17 igual que yo, son gemelos y nunca los he visto, su mamá se separo de Matthew cuando ellos eran pequeños y por lo que sé no se llevan bien, para ellos es como si no tuvieran mamá.

Supongo que su vida debe ser fácil, y no creo que estén esperando que vaya a invadir su casa, supongo que son esos típicos niños ricos, pero tendré que acostumbrarme por la felicidad de mi madre.

                             **********

Íbamos camino a la mansión, yo le envié un mensaje a Verónica para decirle que cuando acabe de instalarme venga a verme. No sabía que sería de mi vida sin ella.

Llegamos y al bajarnos del auto estaba el señor Matthew y sus dos hijos sosteniendo cada quien un regalo, el pelo negro sostenía un ramo de flores y el rubio trae con el una caja de regalo.

El señor amablemente nos habló en cuanto el chófer que había enviado a por nosotras bario la puerta. — Bienvenidas, las estábamos esperando. — Le dio un ramo a mi madre y la beso en la mejilla con una sonrisa, después de todo no se veía tan malo como pensé. — Cole, Dylan. — Dijo haciendo una mueca.

El rubio salió de su burbuja de pensamiento y habló dirigiéndose a mi. — Bienvenida, soy Dylan y el mi hermano menor por 15 minutos Cole — Al parecer se moría de ganas de decírmelo.

El pelo negro me miró disgustado. — Toma esto es para ti. — Estiro su brazo para darme un estúpido ramo de flores de muy mala gana.

Mire a mi madre y ella asintió. — No era necesario que se molestarán. — Dije volviendo mi mirada a ellos, le arrebato con coraje el ramo al pelo negro y camine hacia la entrada.

Llevaba el ramo de tan mala forma que termine por desbaratarlo dentro de la casa, haciendo un desorden de pétalos.

Mi madre quien venia detrás de mi hablo con una molestia notoria. — T/N ten más cuidado hija. Y te olvidas de dar las gracias ¿Qué son esos modales niña?

— Gracias — Dije con una sonrisa tan falsa que ni yo me la creí.

Empezamos bien.

Pensé.

Matthew hablo detrás de mi. Madre tocándole el hombro. — Tranquila, esta bien, les llevara tiempo a ellos conocerse, adaptarse, pero no la regañes. — Dijo para tranquilizarla. — Y ustedes dos, ¿que les dije? ¡SEAN CÁLIDOS! —  Se dirigió a sus hijos con molestia.

Matthew tocó mi hombro y me gire para mirarlo.

— Lamento mucho el comportamiento de mis hijos, espero no te haga sentir incomoda, ya mandaré a alguien para que limpie el suelo. — Me sonrió.

— Lo lamento yo también.

Él se limito a asentir y hablar nuevamente. — Bueno, espero que se lleven bien algún día, mientras tanto quiero decirte que Kj y Charles, los amigos de mis hijos, se la pasan aquí, prácticamente viven aquí, así que siéntete con la libertad de invitar a quien tu quieras ¿vale?

Sonreí de vuelta. — Gracias señor Matthew.

Dije antes de subir por las escaleras y adentrarme a lo que sería mi nueva habitación y el lugar donde probablemente la pasaría más a menudo para no toparme con aquellos dos. El rubio todavía era el más simpático y "normal.

El pelo negro se le notaba a leguas que me odiaba y me fulminaba con la mirada cada que se le apetecía.

El señor Matthew era considerado, por lo menos.

Aunque si debo admitir que los gemelos eran realmente atractivos, pero ese humor de mierda junto con mi humor de mierda dudaba que hicieran juego.

Iba subiendo las escaleras cuando el señor Matthew nos dice que su cuarto de él y mamá estará abajo muy apartado del de  nosotros tres debido a que prefería mantener privacidad, asentí y seguí escaleras arriba, cuando escuche a Dylan y Cole detrás mío. Dylan carga una de mis maletas y Cole otra. Cuando al fin llegamos a mi habitación rompemos ese silencio tan incómodo que nos invadía a los tres.

Respire hondo y hable. — Gracias, otra vez. — Agradecí a ambos por cargar mis maletas.

— No es nada, bienvenida. — Sonrió el rubio. — Ah, es verdad casi lo olvido, no hay baño propio así que lo compartimos entre Cole tu y yo. — Soltó la maleta y se giro pata irse sin decir nada más.

¿¿Que??

¿Son ricos y no tienen baño en las habitaciones?

Es eso o tu baño del departamento sin calefacción, tu dices nena.

Cállate mente.

Me gire y mire al pelo negro que seguía ahí parado con mi maleta aún en las manos. Sus venas se marcaban por el peso. — ¿Algo que quieras decirme también tú? — Dije molesta mirándole de pies a cabeza.

¿Ah que esta guapo no?

No.

Él hablo. — Solo que iremos juntos a la escuela, así que deberías estar lista mañana temprano, que no quiero esperar demasiado. — Soltó la maleta y me miro esperando una respuesta.

— No es necesario que me lleven a la escuela, puedo pedir un uber. — Dije molesta, aunque era mejor que me llevasen ellos.

— Lo tenemos que hacer, ¿a caso no viste que  Matthew quiere complace a la señorita en todo? — Dijo disgustado. — Y toma esto.

Extendió la caja que tenía Dylan en la entrada esta misma tarde. Era un llavero totalmente ridículo, parecía un recuerdo de alguna playa.

— Gracias. — Me límite a decir. — Y estaré lista mañana, no te haré esperar neurótico.

Me las arregle para meter mis maletas dentro de la habitación como pude y cerré la puesta en su estúpida y perfecta cara.

Era estúpidamente guapo.

Si que lo era.

Que empiecen los juegos del hambre Cole Sprouse...

Al cabo de un rato se arreglar mis cosas, llame a Verónica para que venga y me distraiga lo más mínimo, la necesitaba aquí estos dos son insostenibles.

Y vivirás con ellos el resto de tu vida hasta que decidas irte.

Lo sé mente, lo sé...

*

Gracias por leer, para los que no se saltan esto espero que lo disfruten y trataré de actualizar diario para que no se aburran. <3

Mis hermanastros Dylan y Cole Sprouse T/N ( TERMINADA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora