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Los pasos apresurados resonaban por el largo pasillo apenas alumbrado, la respiración agitada de algunos presentes se hacia escuchar entre el abrumador silencio, era una situación que si bien los golpeaba, no los sorprendía para nada, no sabiendo del monstruo que se había escapado y aún seguían buscando.

Solo hay dos opciones.-hablo en voz alta un rubio con voz imponente.- O han roto la muralla o Zeke ha hecho todo esto.-Dijo con semblante serio mientras cruzaban la puerta que los llevaba hacia sus caballos, allí había varios reclutas y soldados esperando las órdenes del comandante.-

Me inclino más por la segunda.-dijo sin expresión alguna el azabache, capitán de su equipo.-

Iremos todos juntos, eviten pelear, lo importante es llegar a los pueblos ubicados en esa zona e intentar sacar a los sobrevivientes. Si es que hay.-dijo lo último mientras se subía a su caballo blanco.-

Así la legión de reconocimiento partió hacia el sur, había un muchacho en especial que no podía aguantar sus nervios y eran incontables las veces en las que sus superiores tenían que pedirle que no se adelante, corrían riesgo de que se rompa la formación y eso en una lucha podría costarle la vida a varios.

Los titanes vinieron desde el lado de mi pueblo, mi familia está ahí.-hablo rápido el joven refiriéndose al comandante, su respiración estaba agitada y su cabeza se perdía en sus pensamientos.-

Entonces vas a guiarnos hasta allí.-asintio el rubio apurando a su caballo.- Sigan a Connie, ¡Avancen!

Y con esa orden toda le legión de reconocimiento aceleró la velocidad de los caballos y estaba siendo guiados por un muchacho que lo único en lo que podía pensar era en su familia.

Me van a matar.-susurró la joven para sus adentros.- Se van a preocupar y se van a enojar.-dijo ahora en voz alta regañandose a ella misma.-

Estar en el bosque rodeada de la naturaleza que amaba la hacia perder la noción del tiempo, estaba segura de que se fue en la mañana y dentro de poco iba a atardecer, pero estaba contenta, había recolectado varias manzanas de los árboles escondidos dentro del bosque y sabía que a su familia le gustarían. Camino en silencio hacia su hogar, un pequeño pueblo, pequeño pero acogedor, después de todo era su hogar. Sonrió al ver que ya se encontraba cerca de su casa. Pero sólo hicieron falta que de unos pasos más para que el rostro se le desfigurara, la bolsa en la que llevaba sus manzanas cayó al suelo.

Estuvo quieta sin moverse unos segundos hasta que pudo reaccionar, su pueblo estaba destruido, podía ver pisadas de titanes en el suelo, sin pensarlo corrió hasta su casa, la cual se encontraba destruida. El pecho se le cerró y podría jurar que la respiración se le cortó, su casa estaba destruida y ningún miembro de su familia se encontraba dentro.

M..mamá, papá, hermano.-balbuceo saliendo corriendo de la casa destrozada.- ¿Donde están?-hablo con la respiración agitada, podía jurar que en ese momento sentía morir.-

La joven observó bien a su alrededor, no había cuerpos, no había sangre, es como si el pueblo había desaparecido antes de la llegada de los titanes, había unas casas más, lejos de la suya, pero el cuerpo no le respondía, no se podía mover, estaba sudando, su corazón parecía que se iba a escapar de su pecho y sus piernas temblaban. No tardaron mucho en fallarle para que caiga al suelo de rodillas, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y lo único que pudo hacer fue recargar su cabeza en el suelo frio. Sus ojos se abrieron de par en par al sentir como todo el piso vibraba y unas grandes pisadas se escuchaban. Rápidamente alzó la mirada para ver al titán que se le acercaba, pero los ojos se le abrieron de par en par al ver que el era idéntico a su hermano. No le costó mucho sacar las conclusiones, esto ya había pasado en un pueblo dentro de las murallas y nadie lo creía, nadie creía en la posibilidad de que los titanes sean humanos transformados, pero ahora tenía las pruebas frente a sus ojos.

Mike.-susurro con un hilo de voz inaudible.-

Si el era un titán, sus padres también lo serían ahora. Observo como su hermano se le acercaba a paso lento, sabía que este era el final, pero no le molestaba, había perdido a toda su familia, su hogar, su felicidad. No le importaba morir devorada por su hermano, ya no tenía nada por lo que vivir y luchar, estaba entregada a la muerte como su última voluntad. Se limitó a cerrar fuerte los ojos y abrazarse a ella misma, su cuerpo temblaba y las lagrimas no dejaban de brotar de sus orbes color miel.

Podía sentir que el agarre de su hermano, ahora un titán. Estaba muy cerca de su cuerpo y que sería inminente su muerte. Pero unos gritos la hicieron abrir los ojos sorprendida, fue en cuestión de segundos donde observaba como un soldado con la ropa de la región de reconocimiento, cortaba la nuca de su hermano y este caía inerte en el suelo. La joven ahogó en un grito, habían matado a su hermano y ella seguía ahí, viva. Observo en varias direcciones y veía como una formación de soldados se acercaban hacia el lugar con sus caballos a toda velocidad, rápidamente desvió su mirada y vio al culpable de la muerte de su hermano y el culpable por el cual ella seguía viva, antes de que este pudiera decir algo, la joven se levantó rápidamente y comenzó a correr como si su vida dependiera de ello. Pero fue inútil, cuando menos lo pensó se encontraba en el suelo, tirada boca abajo y con un peso muerto sobre su cuerpo, el soldado que mató a su hermano la había agarrado. Intento forcejear mientras gritaba que la suelte mientras también lo culpaba de la muerte de su hermano, pero era inútil, ese hombre la doblaba en altura y en tamaño.

Lo siento.-murmuró en un tono muy educado el rubio, mientras colocaba unas esposas en sus muñecas.- Es por seguridad.

¡Comandante Erwin! Al parecer es la única sobreviviente y la única que no fue transformada.-se acercó un soldado a informar sobre la situación.-

La llevaremos al cuartel a interrogarla y Hange se encargará de hacerle pruebas, hay que asegurarse de que en verdad no se transforme en un titán.-habló en tono sereno el rubio mientras se ponía de pie y con eso la joven también se levantó.-

¿Como te llamas?-preguntó educadamente el soldado que estaba al lado de Erwin.-

Pero la joven no respondió, no iba a hacerlo, tenía que cargar con el shock de ver a su hermano convertido en titán y también presenciar como lo mataban. Lo maldecia por dentro, maldecia a quien la salvó, solo va a prolongar su sufrimiento, sin hogar y sin familia.

¿No hablarás?-preguntó el rubio alzando una ceja y caminando hacia donde se encontraban todos con los caballos esperándolos, la joven caminaba junto a él ya que la llevaba de las esposas.- Supongo que te daré tu tiempo. Solo no demores mucho.

Al llegar, una pelirroja se encontraba consolando a un joven con la mirada perdida, se trataba de Connie, su pueblo estaba destruido y su familia convertida en titán, alcanzó con ver a su madre hecha uno de esos monstruos, tirada arriba de la que alguna vez fue el hogar de el y de su familia. Connie al ver a la joven que traía el comandante, abrió los ojos sorprendidos hacia ellos y se acercó rápidamente.

¿Eres hija de los Delhom?-preguntó apresuradamente observando a la joven.-

La chica solo se limitó a mirarlo, no podía reaccionar en ese momento, si bien sabía que lo conocía, solo fijo su mirada en el piso mientras lagrimas silenciosas seguían corriendo por sus mejillas.

¿La conoces?-preguntó Erwin mirando atentamente a Connie.- No quiso decirnos su nombre.

Si, es la hermana de un amigo de mi infancia.-murmuró Connie mirando con pena a la chica.- ¿Donde esta Mike?-preguntó.-

La joven se mordió la lengua y solo le dedicó una mirada de odio a Erwin, muerto. Su hermano estaba muerto, el comandante lo había matado.

Eso no importa ahora, tu la llevarás contigo en tu caballo, no creo que tenga ganas de estar conmigo.-dijo tranquilamente Erwin mientras le entregaba la chica a Connie.- No hay más sobrevivientes, nos dividiremos en dos grupos, Connie, lleva a la chica hacia el cuartel, Hange sabrá que hacer con ella, lo escoltaran, tienen que avisar que Zeke lo hizo de nuevo, las murallas no cedieron. Otro grupo se quedará conmigo, buscaremos por la zona si hay rastros de Zeke.-diciendo eso último los dos grupos se dividieron y ambos partieron hacia su objetivo.

En todo el camino la joven sólo se limitó a llorar en silencio y a maldecir al rubio que la había "salvado". Pero no entendía que haciendo eso lo único que hizo fue sentenciarla.

《Alive》▪︎Erwin Smith▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora