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Estaba cansado, cansado de está puta mierda, cansado de fingir, cansado de tener esa horrible sonrisa, cansado de tener miedo.

Me dirigía hacía la casa de Borja, hoy le iba a decir lo que me eh estado guardando hace mucho tiempo.

Toque la puerta sin haberme dado cuenta, tenía la cabeza en otro sitio.

Me abrió Borja, me dejo pasar y hasta que cerro la puerta me saludo.

-¡Raúl! ¡Mí amor!.

Sin darme tiempo a decirle algo, junto sus labios con los míos, simplemente me deje llevar aún que sabía que eso estaba mal.

El beso cada vez se hacía más lujurioso e intenso, pasaba sus manos por mí espalda y pecho.

Yo no quería seguir, así que me separe.

-Borja, eh venido aquí para hablar.

Me agarro de la mano y me guió hacía la sala, se sentó e hizo que me sentara encima de él, me empezó a lamer, mordisquear y a dejar chupones en mí cuello.

Acariciaba mis piernas y a veces mis pezones.

-¡Para ya, joder!.

Grite realmente molesto, se alejo de mí y me miro confundido.

Me levante de sus piernas y me fui a un sillón lo suficientemente lejos para que no me tocara.

-Borja, eh venido aquí para hablar.

-¿Que pasa?.

Sí me dejara hablar ya hubiéramos acabado hace tanto tiempo.

-¿Por que no solo me dijiste que te gustaba Lana? Sí me lo hubieras dicho desde el principio lo hubiera entendido y no estuviera aquí sentado.

Trago saliva, se veía realmente nervioso, se mordió el labio haciéndolo sangrar.

-Te vi besarte con ella... No solo a sido un beso Borja, fueron más, y tú sabes que paso a mucho más.

Empezó a soltar lágrimas... Lágrimas de cocodrilo.

-Raúl yo...

-¿Me amaste de verdad?.

Dije mientras me acercaba a él, al finalizar mí pregunta ya me encontraba cara a cara frente a él, levanto su mirada para verme a los ojos.

Interprete su silencio en un no, en que nunca me amo y solo me quería como su juguete.

Me pare bien, y le sonreí.

-¿Acaso esto es una nueva moda que le hacen a sus parejas?.

Me mordí el labio antes de seguir.

-Pero estaré bien, a fin de cuentas... Yo no me dejo llevarme por modas.

Me gire y camine directamente a la puerta, le dedique una última mirada a Borja para después irme sin despedirme de él.

oňє-sһoţs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora