─═♔ Diƒƒeɾeɳｲ Տσcieɬies ♔═─ ~ *ૢ✧ ℐｎσ Yɑϻɑnɑкɑ Y Ͳύ ✧ૢ*

*ૢღ ℭɑᴘɪᴛυłᴏ 1 ღૢ*

─═♔ ᎠᎥƒƒꫀɾꫀɳｲ ՏσᥴᎥꫀɬᎥꫀs ♔═─

Después de tanto insistirle a sus padres, Ino Yamanaka estudiaría en la universidad como todos, ya no más maestros personales, ya no más tardes encerrada en su habitación con un maestro distinto. Ella siempre había querido salir de aquella enorme casa y ver el mundo, quería conocer a más personas, quería tener amigas, no sólo las hipócritas que su madre le conseguía, ella quería hacer sus propias amigas y tal vez, encontrar el amor fuera, no sólo los chicos que van a su casa que prácticamente su madre también le conseguía

Estaba cansada de eso, ya no quería seguir así, quería convivir con más gente y divertirse como toda adolescente, y después hablar con sus padres de querer ir a una escuela como todos los demás, al fin saldría de aquella enorme casa. Sus padres claro que estaban en desacuerdo en que ella fuera a una escuela, pero al ser unos padres que consentían mucho a Ino decidieron que ella fuera a la universidad tan siquiera un año

Ino no le importaba que sólo fuera un año a la universidad, con eso le bastaba para hacer amigos y ver un poco todo, ver lo que los demás hacen y tal vez pueda encontrar a alguien a quien pueda querer demasiado. Se preparo para irse a la universidad y después de estar lista, tomo sus cosas y bajo a desayunar, sus padres no estaban, y no tuvo que preguntarle a la servidumbre a donde habían ido, pues ella sabía que sus padres salían temprano para su trabajo

A veces odiaba tener que estar sola en aquella casa, sin que sus padres cuiden de ella, los únicos momentos que puede estar con ellos es cuando había una celebración, que eran pocas veces, y de esas pocas veces trataba de disfrutar estar con ellos. Terminó su desayuno y caminó hasta la salida donde su chófer ya la estaba esperando

-Hola Deidara

-Hola, buenos días señorita

-¿Cómo has estado?

-Muy bien señorita hmm

-Dei, ya te dije que me llames por mi nombre

-Es por respeto

-Bueno, llévame a la universidad

-Si señorita

-¡¡Deidara-senpai!! -gritó el compañero de Deidara, Obito Uchiha

-Disculpe señorita

Ino sonrió entrando a la limusina y se quedó mirando como ambos chicos discutían, Ino siempre se divertía con ellos al verlos discutir, y es que Obito se comportaba como un niño a pesar de tener ya 25 años. Después de que Deidara mandará a volar a Obito subió a la limusina y condujo hasta la universidad mientras iba hablando con Ino. En cuanto llegaron Ino se despidió de Deidara, el cual se despidió de vuelta de Ino mientras le decía que en la salida iría por ella

Ino sólo asintió con la cabeza y se adentro al lugar, se sintió un poco incómoda al ser observada por todos, ¿Qué tenía de raro?, ¿Era su ropa acaso?, Tal vez no escogió la ropa adecuada para vestirse, ¿Tal vez sea su pelo?, Tal vez no lo peino adecuadamente, ¿Acaso era su maquillaje?, Tal vez se maquillo de más, ¿Eran sus zapatos?, Quizás haber llegado huaraches no fue buena idea, ¿O que podría ser?

Nada, no era nada, Ino iba más que perfecta, incluso se podría decir que era la chica más bonita de todas las que asistían a la universidad, la única razón por la que la miraban raro era porque nunca la habían visto, además de que pronto supieron que era una chica de dinero, ¿Cómo?, Fácil, la ropa que llevaba era de marca, y ahí todos sabían perfectamente que esa marca era de dar sus productos caros, además de que su bolso también llevaba el logo de una marca costosa

A Ino no le importó que todos la estuvieran viendo, mucho menos que pensaran cosas de ella, el único problema era que le molestaba ser el centro de atención, pero, a pesar de todo, no se estaba arrepintiendo de haber querido ir a la universidad, era mejor que estar con un profesor en casa. Al no saber dónde sería su salón se acercó a una chica de pelo negro un poco largo, piel blanca, ojos negros con lentes del mismo color y llevaba un pantalón de mezclilla con una camisa azul marino

-Hola -tocó su hombro

-Hola -le sonrió

-Disculpa, ¿Tú sabes dónde queda el salón de historia?

-Oh claro, yo voy en ese salón

-Genial, ¿Puedes llevarme ahí?

-Claro, vámonos juntas

-Si claro, por cierto, soy Ino Yamanaka

-Yo soy Nuria

-Lindo nombre

-Gracias, el tuyo también es lindo

Ino sonrió siguiendo a Nuria hasta el salón donde se sentaron juntas. Ino se alegró de haber hecho una amiga el primer día, pues no hubiera querido que después tenga que preguntarle a todos en donde quedaba cada salón o en donde estaba la cafetería. Intercambiaron números de teléfono mientras esperaban a la profesora

En lo poco que Ino conoció a Nuria se dio cuenta de que era una gran chica, divertida, bromista, una chica muy linda, jamás había conocido a alguien como ella, y se alegraba de que Nuria la tratará diferente, y no como una chica rica y que con su amistad ella se pudiera volver popular. Eso era lo que le había gustado a Ino, Nuria no era egoísta, egocéntrica, no era envidiosa, no era mala con los demás, todo mundo le caía bien, aunque no muchos logran caerle bien

En toda la clase Ino se la paso preguntándole a Nuria algunas cosas, que por poco la profesora les llama la atención, pero gracias a las mentiras que Nuria les decía salían salvándose. Terminando las clases Nuria y Ino se fueron a la cafetería

-Sabes, me alegro de que me hayas ayudado y nos hiciéramos amigas

Nuria soltó una pequeña risita mirando a Ino

-Sólo quise ayudarte, eres nueva y creo que no querrías estarle preguntándole a todos en donde quedaba cada salón

-Tienes razón

Ino le sonrió y juntas se fueron a la cafetería.

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