Tercera parte

1.6K 171 193
                                        

Quizás elegir ir a su casa en autobús no fue la mejor idea.

Todo el mundo estaba mirando a Kohaku, que estaba muy nerviosa y no se acostumbrada al movimiento del autobús. Tenían que ir de pie, así que estaba abrazada él y digamos que estaba apretándolo un poco demasiado fuerte.

—Admito que esta cosa se mueve mejor que el gorila de vapor, pero... aún así es muy rara —susurró ella, mirando a todas partes con desconfianza y abrazándolo un poco más fuerte.

—Kohaku, sé que estás confundida —habló con dificultad—, pero como sigas así acabarás matándome...

—Lo siento. —Aflojó su agarre y Senku finalmente pudo respirar.

—Yo lo siento. Esto no fue buena idea, pero no te preocupes, llegaremos a mi casa en unos minutos.

Ella asintió, enterrando el rostro en su pecho para no tener que lidiar con las miradas de literalmente todos en el autobús.

Senku hizo una mueca al ver lo nerviosa que estaba por la situación. ¿Realmente fue buena idea traerla a su mundo así como así? ¿Tal vez debería regresarla antes de que pasara algo peor?

—Wow, qué buen cosplay. —En la siguiente parada un chico que acababa de subir miró sorprendido a Kohaku—. El cabello rubio parece muy real. ¡Y los cuchillos se ven afilados y todo! ¿De qué anime es? ¿Tienes Twitter para seguirte?

Kohaku miró al chico con los ojos muy abiertos y los labios torcidos con confusión, claramente sin entender nada de lo que decía, mientras que Senku se tomó un momento para tragarse su enojo por notar cómo le miraba las piernas antes de pensar en una excusa para librarse del tipejo.

—No es de un anime, es de un manga. Y ella está cansada ahora, ¿podrías no atosigarla?

—Solo le estaba haciendo un cumplido, qué celoso eres. —El chico rodó los ojos, pero se alejó.

—¿De qué hablaba? —preguntó confundida.

—Solo ignóralo.

Luego de unos minutos llegaron a su parada y Senku la tomó de la mano para asegurarse de que lo siguiera.

Al salir del transporte quiso llevarla directamente a su departamento, pero ella no se movió y claro que él no tenía la fuerza suficiente para arrastrarla.

—Increíble... Esto está lleno de construcciones gigantescas... Cuando nos hablabas sobre las grandes ciudades, ¡nunca creí que serían tan... tan... wow! —Miró boquiabierta a todas partes, dando vueltas sobre su sitio y caminando de un lado a otro, con una expresión completamente maravillada.

Senku la miró en silencio por un segundo, antes de sonreír de forma muy suave y casi enternecida.

—Es extraño, pero en el sueño... en los años que compartimos juntos, siempre había estado anhelando mostrarles esto, y mucho más que esto, a todos los aldeanos. —Se acercó a ella, aún sosteniendo su mano—. Todo esto es lo que han logrado milenios y milenios de investigación científica. Es el mundo que ha creado la ciencia.

Kohaku lo miró de reojo con sus ojos sumamente brillantes y asombrados, antes de seguir mirando a su alrededor con la boca abierta.

—Es hermoso... —Sonrió levemente, antes de bajar la cabeza—. Pensar que yo nací en un mundo donde todo esto fue destruido... En realidad, si uno de los dos no fuera real, preferiría no serlo yo. —Su gesto se ensombreció.

—No digas esas cosas absurdas... Ya casi estoy diez billones por ciento convencido de que eres real, y aunque temo estarme volviendo loco... aún así me alegra que esa vida no sea solo un sueño. Me alegra que tú... no seas solo un sueño. —Apretó su agarre en su mano de forma casi imperceptible.

GlitchesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora