Cuarta Parte

1.9K 151 215
                                        

El sueño compartido luego de que Kohaku volviera a su mundo fue increíblemente insuficiente. La alarma de su celular lo despertó mientras aún seguían conversando sobre qué hicieron después de que se separaran.

Debería apagar esa cosa, aprovechando que Kohaku rompió el despertador, pero temía que si no la dejaba encendida se quedaría demasiado absorto en el sueño y no alcanzaría a ir a la escuela. Y no quería que sus amigos hicieran preguntas.

Sin embargo, ese día en la hora del almuerzo, sus amigos de inmediato se acercaron con muchas preguntas que realmente no quería contestar.

—¿Por qué dicen que se te ha visto con una chica bonita? ¿Acaso es tu novia? —le preguntó Yuzuriha con ojos brillantes.

—¿Por qué actúas tan extraño últimamente? Apenas se te ha visto en el club de ciencias —señaló Tsukasa.

—¡¿QUÉ?! ¡¿Estás bien, Senku?!

—No creas los rumores, Yuzuriha. Y no me pasa nada. —Rodó los ojos, pero luego algo se le pasó por la mente y sonrió ladinamente—. Excepto... que me iré de viaje pronto.

—¡¿TE IRÁS, SENKU?!

—Sí, grandulón, baja la voz. —Hurgó en su oído con fastidio—. Me iré a las islas Ryūkyū a hacer un estudio sobre su cultura, flora y fauna, solo porque un artículo reciente despertó mi interés.

—Eso es extraño. —Tsukasa entrecerró los ojos—. Has ido a diferentes sitios del mundo y ¿ahora quieres ir a unas simples islas famosas de nuestro país?

—¿Quieres los detalles de mi investigación? —Sonrió secamente—. Hay un tipo de planta perteneciente a la familia de...

—Muy bien, te creo. —Tsukasa negó con la cabeza, divertido.

—¿Y cuándo te irás de viaje, Senku-kun? —preguntó Yuzuriha con curiosidad.

—Aún no sé la fecha exacta... pero será pronto. —Sonrió.

Esa noche, volvió a reunirse en su sueño con Kohaku, otra vez en su habitación.

Ella se lanzó a besarlo apenas lo vio, pero Senku se abrumó un poco y se apartó, aunque riendo.

—Tranquila, leona. Necesitamos hablar.

—¿Hablar? —Ladeó la cabeza.

—Tengo una idea sobre cómo ayudar a tu hermana, y a Chrome y todos en la aldea en general.

—¿Cuál?

—Pues... requerirá arrastrar a Chrome a nuestra maraña de mentiras, pero conociéndolo estoy diez billones por ciento seguro de que lo logrará.

—¿A qué te refieres con...?... ¡Oh, creo que entiendo! —Sonrió emocionada—. ¡Ja, en realidad él es un pésimo mentiroso! Pero estoy segura de que entenderá y hará lo necesario por el bien de Ruri-nee. ¿Quieres que hable con él?

—De hecho preferiría enfrentarlo en persona, así podré aclarar sus dudas más fácilmente. Aunque no es como que sepa bien qué demonios está pasando con nuestra situación.

—¿Aún no has encontrado respuestas?

—Por supuesto que no. Incluso tomando en cuenta investigaciones de fuentes poco fiables, nada parece encajar. —Frunció el ceño—. Seguiré investigando al despertar.

—¿Ya falta poco para que despiertes?

—El sueño suele durar un par de horas, descuida. Tenemos tiempo suficiente. Te contaré a detalle lo que planeó hacer...

GlitchesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora