Sacrificio De Oro |•Zalon/Lonak•| Sendokai Au

Rutina

Cualquier diría que las cosas irían de maravilla después del acercamiento del otro día con el largo partido pero realmente no mucho, las prácticas siguieron, eso es claro pero lo que paso de ser un juego amistoso de pelota sería solo competencia sin sentido para sentirse superior el uno del otro. Lon se había vuelto más violento en las jugadas y aveces tiraba a propósito a Zak para ganar la delantera, cosa que sirvió solo un par de veces pues el joven al entender su juego empezó a mover más los pies para evitar los golpes.

Para ser que la violencia se hacía incrementado en el hombre de pelo oscuro seguirá teniendo en mente el cuidar el cuerpo del chico para su señor. Así que digamos apresar que las caídas eran fuertes no dejaban grandes marcas además de los arrastrones y levantinos de tierra marcados en sus rodillas.

Llego un momento que el emisario azabache se llego a molestar tanto con el joven caído que solo le permitía salir de la habitación por necesidad o entrenamiento, incluso solo le dejó la comida con enojo frente al marco para no verlo. Para ser alguien tan desinteresado al menos podría tratar de disimular sus emociones, pensaba Zak recostado en su cama improvisada mientras comía.

Apesar de eso no impidió que aquel hombre de ojos verdes siguiera entrando al cuarto para dormir en la esquina contraria al guerrero de pelota, por alguna extraña razón le era más fácil dormir cerca de el en el suelo que en su propia habitación adecuada solo para el contra el calor, no lo comprendía y tampoco parece que así valla a ser en un largo tiempo.

Sin importar el enojo llegamos al décimo día. Recordemos la fase de Lon en la cual le prohibió entrar al agua por completo pues condenaría a su pueblo, esta misma solo aplicaba en grandes y ondos cuerpos de agua. Aún con eso no le impedía a Zak tomar baños ocasionales. Al final del resinto se encontraba un pequeño estanque que siempre era drenado por las piedras y hiervas del sitio, al ser de las salas más escondidas era de las más calientes y eso hacía que pareciera un relajante jacuzzi natural.

Cómo podríamos pensar esta era de las pocas cosas que Zak podría hacer sin ser supervisado, pero no podríamos estar más equivocados. Incluso a la hora del baño era Lon quien lo tallaba y enjuagaba, el solo estaba enfado con piernas cruzadas mientras le limpiaban el pelo con cautela. Las primeras veces fue incómodo ser tocado por otra persona pero seamos honestos, la intención de Lon era únicamente revisar que su cuerpo aún estuviera intacto, no existía lujuria alguna por su parte pues no es la primera ves que hacía esto con mortales que le mandaban, a fin de cuentas era solo trabajo y nada mas. Además ya habían pasado casi dos semanas de haber caído ya le producía más gracia que incomodidad a Zak el ser tocado por este hombre, digo sería muy raro que de un día a otro pasara algo "extraño" entre ellos.

Contando las lunas que pasaban sobre ellos parte de Lon se entristecía por el día de la ofrenda. Zak no era como ninguno de los otros campeones que le habían mandado antes, a comparación de ellos Zak era el único que parecía interesarse un poco en el. Cómo lo dijo antes "hace décadas no me preguntaban mi nombre" y las simples acciones del otro le eran agradables, comenzaba a dudar en si dejar a decisión de su Dios que sea cómodo o volverlo un emisario como el, pero sabía la respuesta, la sangre escaseaba mucho últimamente que Quetzalcoatl se había nombrado como sexto sol y creador de la nueva generación y la humanidad, aparte de ser un pilar importante de los dioses más relevantes. Eso enojaba a Tlaloc por lo que era seguro que el joven fuese devorado.

Lon había salido del resinto para entrar al lago frente al mismo por unos cuantos metros. Esta vez nisiquiera se molesto en desvestirse pues algo en la corrientes del lago le daban indicios que era urgente.

Efectivamente, apenas toco el fondo del lago y una ola lo escupió en otro sitio. Parecía el mar, era de noche pero se podía distinguir por la luz de la luna y corrientes marinas una figura muy alta sentada en la orilla del agua dando la espalda al hombre de ojos verdes.