Sacrificio De Oro |•Zalon/Lonak•| Sendokai Au

La Vida Y La Muerte

En si tengo muy pocos recuerdos de mi vida pasada y es que prefiero intentar enterrar el pasado pero, algo en ello siempre resuena en mi casa que siento que lo deje atrás

"No eres suficiente, date por vencido"

Lo más lejano que puedo recordar es ser hijo de un cazador del más alto nivel en mi pueblo, era su único progenie pero... Nunca fui suficiente para él o para evitar que me dejase solo. Mi madre enfermo cuando yo era demasiado joven e inevitablemente falleció, apesar de todo, creo que tampoco la extraño demasiado ¿como puedes amar a alguien que nunca conociste? Pues apesar de tener recuerdos de cuando jugaba con ella en el patio y como me levantaba con sus delgadas manos, nunca la conocí realmente.

Estando tanto tiempo solo en casa aveces optaba por salir a algunos lugares con más gente como era el tianguis. Todos conocían a mi padre y por ende a mi pero algo que siempre recuerdo es la mirada de asco de las personas que decían que era demasiado débil y pequeño para ser un hijo de un guerrero, que posiblemente yo era producto de una infidelidad de mi madre y que ella solo era una prostituta que trabajaba cuando mi padre salía. Nadie quería estar cerca de un bastardo, decían que yo les daba mala suerte.

Cuando el mi padre llegaba de sus conquistas o bien solo caseras se organizaban grandes ceremonias a su honor por ser el gran pilar del pueblo, en esos grandes festines de variada y deliciosa comida yo era obligado a sentarme a su lado, mi padre siempre me ignoraba para hablar con cualquiera que estuviera a un lado de el menos conmigo y si lo hacía aveces me reprendía por interrumpirle cuando había bebido mucho.

Jamás me sentí cómodo en esos lugares. Incluso los niños del demás pueblo se la pasaban agrediendome e insultándome llamándome bastardo, inútil, amuleto de mala suerte, o que solo "nunca sería suficiente para estar cerca de nadie a quien llegará a querer" aveces esas burlas se volvían ataques físicos emboscandome cada que tuvieran la oportunidad, me golpeaban y pateaban mientras yo solo lo recibía cubriéndome y sin hacer un solo ruido. Aveces se aburrían y se iban pero otras no. Una ves me dejaron atado a un árbol en plena lluvia esperando que me cayera un rayo, al día siguiente un pescador me desató pensando que estaba muerto por mi condición tan demacrada. Estoy seguro que pensaba usarme para quitarme la ropa para venderla en el mercado dejando mi cuerpo podrirse, si no fuera que le echarían la culpa por matar al hijo del mejor guerrero.

Cuando pensé que ya sabía de lo que se trataba la vida y que no era nadie un hueco creció en mi pecho y mis ganas de vivir se desvanecieron cada ves mas. Y ya no me importaba el ser objeto de burla solo buscaba como terminar con mi miseria lo más pronto posible.

Un día que pasaba en el mercado que fui a comprar comida vi llegar a una mujer muy asustada pidiendo ayuda, todas las personas la siguieron y ¿por que yo no? También seguía a esa multitud de personas queriendo ayudar a la alterada mujer. -¡Estoy segura de lo que vi!... - gritaba con lágrimas en los ojos -... ¡En estas aguas hay un animal muy peligroso, acaba de dejar ciego a mi esposo, traigan a un sacerdote para que nos ayude!- seguía gritando la mujer y unos niños fueron por el cura del pueblo pero lamentablemente el hombre a la orilla de ese río ya estás muerto y con dos cuencas vacías donde deberían estar sus ojos.

Todos regresaron y entre los murmullos escuche esa historia -"Dicen que en los cuerpos de agua grandes como lo es este río aparecen los ahuízotls, gritarías que desfiguran a sus víctimas arrancando sus uñas, dientes o como a este hombre... Los ojos. Es una pena que ya no podamos pescar en ese río, era donde había los peces más grandes"- decía un hombre contando a su amigo la leyenda. Eso es pura basura y para este punto no me importaba retar a ese animal aún con la vida en juego.

Volví a casa a cambiar de ropa para dormir un raro e ir desde mañana a la orilla del río sólo.

Únicamente pasa ir a donde debía solo lleve un poco de agua para el camino y nada más, fueron unos cuantos minutos que atravesar la vegetación y como pensé, el agua que llevaba era suficiente solo para la ida. Llegando al río me pare con el pecho firme y manos en mis caderas -Si eres real entonces pruébalo y asesiname- dije esperando cualquier cosa. Nada paso.