색종이 조각 - 001

1.6K 142 27
                                    

Cerré la cremallera de la mochila frunciendo mi boca sin despegar mi mirada de él grupo de chicos qué reían en la puerta de el colegio.

Han me observó de reojo frunciendo la boca y caminando aún lado mio.

— ¡Hey, muñequita!

Mi corazón se aceleró y desvíe mi mirada. Inconscientemente camine rápido deseando salir de ahí y correr a casa. 

El cuello de mi camisa fue tomada con fuerza y un brazo rodeo mi cuello, observé de reojo a aquel castaño de ojos azules y labios gruesos sonreirme.

— ¿Porqué no me respondes?

— Creo qué el solo responde cómo si fuera una chica, ya qué es afeminado. — estalló en carcajadas un chico.

— ¿A quién le dices afeminado, idiota?

Se dirigió Han a aquel chico empujándolo ocasionando qué el grupo se riera.

— ¿Quieres qué te diga hermosa y te de besitos? — su tono de burla fue evidente y eso hizo que mis piernas temblaran.

— Te-tengo qué irme a casa.

Intente zafarme y correr mi único objetivo siempre era huir, lejos de él. Otra vez me había enganchado a su brazo evitando que huyera.

— ¿A qué tienes qué irte? Vas a divertirte mucho más aquí qué en tú casa. — susurró en mi oído.

Bajó la mirada unos segundos analizando todo de mi algo qué realmente fue incómodo.

— Deberías bajar de peso, cada día te veo más ancho. — pellizco mi estómago sin permiso.

— No lo toques. — empujó su mano con brusquedad Han qué no dejaba de verlo con molestia.

— ¿Tú hermanita no puede defenderse? — ladeo una sonrisa. — Lo siento, quise decir, tú hermano gay.

— Pudrete.

Eso había dolido tanto, mi corazón se hizo añicos pero creo era imposible hacerse más así pues, desde qué me declare a Hyunjin nunca dejó de molestarme.

Nunca tampoco dejó de gustarme, me gustaba mucho.

Jisunggie tomó mi muñeca saliendo de la escuela sin despegar su mirada de aquél castaño que solo sonreía viéndonos alejarnos. Desearía tener la misma valentía para enfrentarme a él, solo si mis estúpidos sentimientos no se interpusieren.

— ¿Cómo puedes dejar qué te toque? — su semblante era de preocupación.

Empuje su mano y abulte mi boca molesto.

— Él no me hizo nada.

— Yo lo vi, te tocó tú estómago no debes dejar que te toque porqué quiere, Innie.

— ¡Sólo quiero irme a casa!

Di la vuelta y mi corazón se apachurro tanto desde entonces. Quería dormir en mi cama todo el día, quería escuchar música, quería permanecer en casa cómo si fuera lo único qué tenía en ésta sociedad que me protegiera.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
색종이 조각 Confetti; HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora