색종이 조각 Confetti; Hyunin

색종이 조각 - 011

Sonreí tomando asiento desviando mi mirada observando todo a mi alrededor emocionado. MinHo me sonreía entregándome la carta de distintos tipos de platillos qué se podía hacer con la fruta.

— Pediré lo de siempre. — cerré la carta dejándola frente mío.

Asintió tomándola y yendo hacía la caja de cobro para pedir nuestra comida. Tomé mí celular de mi bolsillo, abriendo la app de mensajes y cubrí mi boca un tanto emocionado.

Los mensajes lindos de Hyunjin siempre de alguna manera alegraban mis días, era cómo lo qué siempre había soñado, él era perfecto. Envié unos últimos mensajes para poner atención al mayor qué venía en mi dirección.

— Gracias por invitarme aquí, realmente amo tú lugar de trabajo es muy cómodo. — juguetee con mis dedos volviendo mi mirada a contemplar a mi alrededor.

— Me pone contento qué te guste. — Asintió.

Después de sólo unos cuantos segundos de silencio lo observé fijamente percatándome qué me veía fijamente con una sonrisa ladeada pero, su mirada era un sentimiento triste.

Antes de qué pudiera decir o preguntar algo, su voz calló mis pensamientos.

 —Jeongin, ¿Tú me conoces de algún lado?

Parpadee repetidas veces.

— No. — sonreí poniendo mis codos sobre la mesa y mi mentón sobre mis manos. — ¿Y tú a mi?

Desvío la mirada frunciendo la boca, parecía pensar o tratar de recordar; recargo su espalda en él respaldo de la silla pasando sus dedos por las hebras de su cabello haciéndolo ver malditamente guapísimo.

— Si.

Mi corazón se aceleró, el miedo corrió por mis venas y sólo fue cuestión de segundos para darme cuenta de qué tenía qué quitar mi rostro asustado.

Si él sabía quién era, ¿Significaba qué sabía lo qué Hyunjin me hizo pasar? ¿Tenía alguna idea de mi plan? Si era así, era malo y todo esto se iría a la mierda.

Comencé a reír nervioso.

 — ¿Si?

— No estoy seguro. — rascó su cabeza. — Tal vez estoy confundiéndote.

Desvíe mi mirada asintiendo mientras con nervios movía mi pierna izquierda. Asintió soltando un gran suspiro mordiendo su labio sin dejar de verme ocasionando qué incluso me diera un tic en él ojo.

— Jeongin.

— ¿Si? — inmediatamente respondí a causa de los nervios.

— ¿Cómo le explico a mi corazón qué nunca será correspondido?

Sus preguntas estaban dejándome fuera de si, no podía procesarlo cómo quisiera y mi cabeza dolía tan sólo de pensar mucho; tragué saliva desviando constantemente mi mirada hasta detenerla en sus ojos qué me pedían una respuesta.

Al menos ya podía respirar más al creer qué no me conocía o le habían hablado de mí.

— Sólo díselo.

— ¿Y si se niega?

Me acerqué a él sobre la mesa sonriendo débilmente.

— Yo no te gusto.

— ¿Qué?

— Sólo te atraigo, si te beso en éste momento sentirás bien porqué es atracción.

Negó.

—  Me gustas.

—¿Cuándo fue tú última relación?