Hoy la noche me atrapa,
pensando, cómo no.
Pensando en cómo será,
después de esta burda historia.
En el desenlace,
o posible triste final.
¿Crees que es fácil,
sentirse así?
Que te venden entre palabras
llena de verborrea insana.
Que tus acciones no sirven
ni de paraguas.
Feo orgullo,
que empaña la realidad.
Fea lengua viperina,
que hace soltar,
sin pensar.
Como si el acusador,
estuviera libre de pecado.
Y no, nadie lo está.
Parece más fácil
empañarse de sangre,
en una absurda guerra,
que ahondar en el problema.
Basta de bombas de humo,
¿no ves las cosas?
Tan fácil que es acusar,
meterme en un triste saco
de gente sin empatía
¿No te apoyo?
¿No te aconsejo!
¿No trato de ser mejor?
Acusa, cuando de verdad,
tengas argumentos.
Cuando haya abandonado de sacar sonrisas,
cuando te haya dicho adiós sin hablar
lo que pasaba.
Es más fácil ser ciego,
cuando no quieres ver,
que mirar a la realidad
y enfrentarla.
¿Tiempo?
Adelante, puede acompañarte,
pero no descartes que eso hiera,
como una rosa con espinas.
