Permíteme el consuelo
de tu piel,bajo mi cuerpo.
De tu cuello,
firme y recto.
Tú, siendo
mi peligrosa tentación,resiste como hasta ahora,
sin que el mundo
sepa nuestro secreto.Ven.
O mejor,aléjate,
donde no pueda
embriagarme de ti.Vete,
no vuelvas
si me vas a enloquecer.Huye
antes de que yo
ya esté tras de ti.Con una mano en tu cintura
y la otra recorriendo
la melodía
que ofrece tu piel.