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Vasco - Historia 6

Me reí mientras sacaba una camiseta blanca de la canasta de ropa de mi novio. Me puse su chaqueta de cuero Burn Knuckles y sus pantalones grises. Me miré en el espejo, pintando una barba falsa.

"Daniel, tienes que comer menos, ¡oh, hora de ponerte a dieta!" Exclamé de nuevo, haciendo una pose. "¡100 flexiones, abdominales y una carrera de 10 km todos los días! ¡Jace es mi mejor amigo!" Comencé a sentir lágrimas en mis ojos por reírme con tanta fuerza. De repente escuché que se abría una puerta.

Estaba el equipo de Vasco, Burn Knuckles, con Vasco al frente, mirándome, todavía en cosplay.

"¿¿¿Bienvenido a casa???"

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Hice un puchero cuando Vasco me hizo usar una de sus sudaderas con capucha de gran tamaño.

"Vascooo ~" me quejé, "Devuélveme la ropa ..." Resopló y me besó la nariz.

"Ahora no. Los chicos están aquí." Solté un gruñido y caminé hacia el pasillo. Me dejé caer en el sofá.

"Oye Tn", dijo Jace, sorbiendo una caja de chocolate con leche, "¿Qué era esa cosa con la que estabas vestida?"

"La ropa de Vasco", amortigué.

"¿Por qué ...? ¿Sabes qué? Olvida que te lo pregunté". Me reí. El resto de los chicos salió de la cocina.

"Hola a todos," bostecé, frotándome los ojos.

"Hola Tn".

"¿Por qué están aquí chicos de todos modos?" Pregunté, señalando al grupo. Woong se encogió de hombros.

"No teníamos nada más que hacer, Vasco nos acaba de invitar aquí". Puse los ojos en blanco y asentí.

"Parece Vasco." El resto de los chicos se rieron un poco.

"¿Quieres ir a algún lado? Porque estoy aburrido". Parpadeé al grupo. Se miraron y se encogieron de hombros.

"¿Parque?" Me disparé de emoción.

"¡Vamos!"

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"¿Estás bien? No te excedas," reprendió Jace. Puse los ojos en blanco y sonreí juguetonamente.

"Sí, sí." Él sonrió y se alejó. Me reí entre dientes mientras volvía a los barrotes.

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Estaba exhausta cuando regresé al apartamento de Vasco. Suspiré de contenido mientras me relajaba en los suaves cojines del sofá. Me di cuenta de que los chicos no estaban por ningún lado, ya que fueron antes que Vasco y yo. Entré al baño, tratando de encontrarlos, y sucedió que los encontré ...

Todos con barbas y bigotes falsos pintados, camisetas sin mangas blancas y un pantalón gris, flexionándose en el espejo. Casi me muero de risa y tomé una foto, para memorizar para siempre este evento.

"Ahora no todos pueden llamarme rara".