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Johan

Tomé un sorbo de mi té y suspiré, mirando por la ventana brillante. Extrañaba a mi novio de LDR, Johan. Va a estar de visita en un par de días, así que eso es un pulgar hacia arriba. Pero han pasado meses desde la última vez que lo vi, y estoy bastante descontento con el hecho de que nuestra relación pueda romperse.

Fruncí un poco el ceño y dejé la taza de porcelana en la mesa, cambiándome a una sudadera y unos pantalones cortos para correr.

"¡Oye! ¡Espera! ¡Maple, vuelve aquí!" Grité, sonriendo mientras trataba de alcanzar a mi mascota. De repente se detuvo en medio del parque y aulló y movió la cola vorazmente.

"¿Maple? ¿Qué pasa… Eden?" Dije con incredulidad, yendo a abrazar al canino blanco que me derribó al suelo. Me reí mientras me lamía la cara y ladraba.

"Espera, Eden, si estás aquí, ¿dónde está Johan? No podrías haber corrido hasta aquí desde Busan ... Eso es todo el camino a través de Corea del Sur ..." murmuré, frunciendo los labios. De repente, escuché la voz de un hombre llamando a Eden.

"¡Edén! Vamos, ¿dónde estás?" Jadeé y me levanté, caminando hacia la dirección del sonido. De repente, mi novio estaba justo frente a mí, con los ojos muy abiertos.

"¡¿Qué- Johan ?!" Grité. "¿Que demonios estas haciendo aquí?" Arrastró los pies para volver a enganchar a Eden con la correa, sonriendo.

"Quería sorprenderte hoy, ya que volví temprano. En realidad, estaba de camino a tu apartamento hace un momento". Se frotó la nuca. "Esto es incómodo. No pensé que te vería aquí".

"Te extrañé tanto, oh Dios mío", susurré, con lágrimas en los ojos.

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"Solo lo de siempre, recolectar dinero, reclutar nuevos miembros, etc." Pasaron unos segundos donde no estaba seguro de si debía preguntar.

"Entonces ... ¿cómo está tu mamá?" Murmuré, acercándome a su figura. Johan se congeló antes de relajarse de nuevo, obviamente incómodo con la pregunta.

"Ella está bien", dijo secamente, tomando otro sorbo de té de hierbas. Suspiré y toqué su hombro para que dejara de beber.

"El té no es bueno, ¿verdad?" Dije, luciendo decepcionado. "Nunca te gustaron las hierbas". Dejó la taza y giró la cabeza para mirarme.

"Usted recordó." Sonreí y apoyé la cabeza en su hombro.

"Eres demasiado educado para rechazar algo, lo sé." Se rió entre dientes y se volvió para abrazarme, envolviendo sus brazos cubiertos de tela alrededor de mi cuerpo, envolviéndome en un círculo de calidez. Su cabello castaño me hizo cosquillas en la frente y me reí, mirando hacia arriba, hacia sus oscuros charcos de ojos.

"¿Quién necesita un corte de pelo?" Hice un movimiento de tijera con mis dedos mientras Johan suspiraba y pasaba sus manos por su cabello castaño despeinado.

"Hago."