Lookism x tn ✓

Vasco

Me senté en el aula del Departamento de Arquitectura, sin decir una palabra.

"Primer día aquí, y ni una palabra me dijeron", pensé, dando golpecitos con el lápiz en el escritorio. Miré a mi alrededor y encontré a todos mirándome.

"¿Qué te pasa? ¿Nunca has visto a una chica antes?" Solté un bufido, poniendo los ojos en blanco. Todos ellos miraron hacia otro lado preocupados.

"Esta clase es extraña ... ¡¿No pueden al menos saludarme o alguna mierda ?!" Murmuré, agitando el aire con molestia. Un chico finalmente se acercó a mi mesa y me miró.

"Finalmente, dios-"

"¿A quién crees que te estás dirigiendo a Vasco así?" gritó alguien, corriendo hacia mí, con el puño cerrado. Suspiré molesto, metí las manos en los bolsillos y pateé hacia arriba, dándoles la vuelta con las piernas.

"No te pongas engreído, amigo", gruñí, volviéndome a sentar.

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó el hombre frente a mí ... casi con suavidad. Me burlé.

"¿De verdad quieres saber?"

"... ¿Sí?"

"Es (Tn)".

"Soy Vasco". Arqueé una ceja.

"¿Supongo que eres el líder de estos tipos?" Pregunté, señalando con el pulgar a los hombres en el aula.

"Sí."

"Dices eso con tanta certeza que no puedo decir si estás mintiendo o no", suspiré, levantándome y extendiendo mi mano. "Perdón por patear a tu amigo allí. Es una atmósfera extraña aquí, eso es todo". Lo tomó y me estrechó la mano. Entró un tipo de orejas grandes.

"Es un poco extraño para nosotros también, ya que nunca antes habíamos tenido una niña en el salón de clases", explicó, riendo levemente. Me eché a reír a carcajadas, sonriendo felizmente de oreja a oreja.

"Está bien, ¡ESO ES verdadera comedia, BFG!" Rugí, "¡Nunca antes había tenido una chica en clase! ¡Ja! ¡Mi trasero!"

"¡E-es verdad!" protestó. Mi risa cesó cuando el resto de la clase estuvo de acuerdo con él.

"Espera ... Oh Dios, lo dices en serio ... Lo siento si parezco un poco ... Cerrado, mi humor es solo ... un poco abierto, eso es todo", me disculpé, entrelazando mis dedos. tímidamente.

"No te preocupes."

(Salto de tiempo)

Mastiqué nerviosamente el arroz rancio que llamaban comida en el comedor.

"¡Me siento tan incómodo!" Pensé preocupado, sintiendo ojos llenos de mi cabeza, sudando balas. Sentí una mano en mi hombro. No fue un golpe ligero, más bien un golpe. Algún hijo de puta respiró en mi oído.

"Oye niña, dame tu número", susurró el bastardo. Mis ojos se abrieron cuando me di la vuelta y golpeé mi cabeza contra su cara.

"Chico, ¿no sabes cómo diablos acercarte a las chicas?" Me burlé, mirándolo rodar por el suelo. Me disgustó su falta de moralidad. Gruñí mientras cojeaba traviesamente de regreso a su mesa. Seguí masticando lentamente mi comida, pero no pude tomarla cuando la gente empezó a susurrar.

"Terminé con esto", gemí, tirando el contenido de mi bandeja a la basura.

Salí corriendo y me senté en un muro de piedra, balanceando las piernas y mirando el cielo azul y la ciudad de los autos zumbando, los rascacielos y los peatones tambaleantes.

"Oye."

"Vasco", dije, algo sorprendido, pero sonreí. Me sentí raro. Se sentía bien tenerlo cerca.

"Realmente le enseñé una lección a ese chico malo". Me reí un poco y salté de la pared.

"Sí, de verdad lo hice, ¿eh?"

"Te admiro." Mi cara se sonrojó.

"¿Qué?"

"A pesar de que eres una chica, siempre te las arreglas para defenderte de los demás. Además, también eres muy bonita".

"¡T-no puedes simplemente tirar ese término, Vasco!" Chillé, moviendo su brazo. Él sonrió cálidamente.

"Es cierto."

"Dios, eres tan tonto", me reí, palmeando su hombro. Él sonrió y me miró.

"¡Estás en la escuela secundaria!" Grité.