Mi reina {Sukuna y tú}

Capitulo 2

Agacho la cabeza y al levantarla, vi como en su rostro se ponían tatuajes negros como la noche, con formas algo raras. Abrió los ojos y las dos pequeñas rallas de debajo de estos se abrieron, mostrando aquellos cuatro ojos color sangre que tanto miedo miedo me daban.

Me alejé para segundos después juntar mi espalda con la pared. Sus ojos me analizaban de arriba a abajo y cada movimiento que hacía, mientras que me trasmitía miedo. Sonrio mostrando sus colmillos, para luego pasar su mano, con uñas algo largas, por su frente y mover su pelo hacia atrás, mostrando más tatuajes.

Su mano se acercó a mi y sus dedos cogieron mi barbilla, sus ojos me observaron viendo mis detalles más minúsculos y susurró

S: asique tu... eres la única que puede entrar en mi territorio sin mi consentimiento... que mala eres, no?- -su territorio?- mi cuerpo era incapaz de moverse por el miedo que me producían sus ojos tan intimidatorios y que por alguna razón me gustaban, ontente alejarme pero no pude por su gran fuerza

S: dime tu nombre- su noto de voz cambio de intimidatorio a más sensual, me sonroje un poco y mire para otro lado

_: ____...- volvió a sonreír dándome escalofríos

S: te explicaré quién soy, asique presta atención porque solo lo haré una puta vez- asentí sin entender nada de lo que decia

S: yo desde hace más de 1000 años soy el rey de las maldiciones, pero me mataron por el poder que adquirieron los hechiceros en su momento e intentaron destruir mi cuerpo, pero como no pudieron cortaron todos mis dedos, 20 para der exactos, y este mocoso se comió uno hace tiempo y reencarne en el, alguna pregunta mocosa?- negué lentamente sin separar sus ojos de los míos, acercó su mano a mi, cogió mi barbilla con una de sus grandes manos t me observo mejor

S: pero mirate... ojalá hubieras estado hace 1000 años...- me sonroje y a la vez me sentí molesta.

La uña de su pulgar rozaba mis labios y la movió ligeramente por estos, me separé de un rápido movimiento y mi espalda chico con la pared de nuevo, ya que antes me separaré un poco

S: explicame ese sueño de nuevo, anda...- su voz volvía a ser como antes  asentí y mis ojos se fueron a mis manos para no mirarle a ponerme más nerviosa.

Le conté el sueño con detalles mientras el me miraba atento, pero a la vez no, era como si me estuviera haciendo caso pero que a la vez que estuviera comiendo... pero sus aterradores ojos.

Al terminar levantó mi cabeza con su mano de nuevo y dijo ladino

S: ya esta? no es para tanto- frunci el ceño y mi corazón palpitaba fuertemente contra mi pecho

S: puedes calmar ya tu maldito corazón? lo oigo desde aquí desde hace mucho y me está jodiendo!- apunto mis pechos con su dedo, tocando su uña el centro de estos haciéndome sonrojar levemente de nuevo

_: lo... lo oyes?- levanto una ceja con superioridad

S: claro que lo oigo mocosa, a mi no me hace falta un corazón como a vosotros de echo si se lo quiero al mocoso y cambia conmigo se moriría, ya lo a experimentado...- mis ojos se abrieron como platos al escuchar lo último y trage saliva recordando lo sádico que era.

De pronto veo como sus ojos se van cerrando y su cabeza de agacha, sus mini ojos se cierran volviéndo a ser marcas y las manchas de escribes desaparecen lentamente por su piel, además de que el pelo vuelve a estar como antes al mover la cabeza.

Unos ojos agradables ojos marrones vuelven a mirarme y me sonríe ligeramente

I: estas bien? no te a echo nada?- negué con una ligera sonrisa, entonces chasquea sus dedos, para luego sacar su teléfono de el bolsillo de su pantalón y luego me lo enseña

I: coge mi número por si te vuelve a pasar, e intentaré ayudarte

S: ayudaremos- ahora la boca estaba en sus mano en la que susana el movil, la mire y soltó

S: adiós mocosa- me saco la lengua mostrando sus tatuajes y desapareció entre las pieles de Itadori, mire a este y suspiro

I: ya te acostumbrarás- cogí su móvil y él el mío, guarde su número en el mío y el en el suyo, le devolví el móvil

I: quieres que te acompañe a clase? aunque creo que por mi culpa llegas tarde...- paso su mano por su nuca y yo miré mis zapatillas sin saber que hacer

_: tranquilo no es... la primera vez que llegó tarde...

I: entonces te acompaño!- su sonrisa se contagia y sonrei yo también.

Al salir del callejón aquel chico de pelo blanco y antifaz nos miraba, aunque no se viera

??- Yuuji porque te fui... uuuuuuuh quien es la chica?- me miro con diversión

I: es una amiga! Ah si, ____ es el Gojo Satoru, mi profesor- le mire y movi mi mano diciendo hola

G: seguro que no es tu novia? fuiste corriendo después de que le dijeras algo...- le susurró pero lo escuché y el pelirosa se sonrojo

I: qu... que no es mi novia!- yo ignore el comentario y mi mente volvió a pensar en esos ojos rojos y en su voz.

Ellos empezaron a hablar de algo serio, ya que habían dejado de reír y hacer bromas. Yo no les hacía caso, hasta que dijeron su nombre

I: ella puede estar en el territorio de Sukuna al dormir- el alto se sorprendió y me miró, yo me sentí incómoda al instante y aquella risa volvió a pasar por mi cabeza

G: tu... puedes hacer eso?- note su mirada sobre mi y asentí sin mirarle, ya que me sentía inferior a el

G: puedes acompañarnos?- me sorprendí t susurre intranquilo

_: pero tengo que ir a clase...- sonrio

G: tranquila, yo lo solucionaré no te preocupes- asentí sin entender nada.

Empezamos a caminar yendo en la dirección contrario a mi instituto y volviendo sobre mis pasos. Nos paramos enfrente de un chico de pelo negro y una chica de pelo corto y castaño, me miraron y preguntaron a la vez

??: quien es ella?- un brazo se puso por mi hombro, por la altura sabia que seria el peli blanco y dijo señalandome

G: ella es ____ y puede ver a Sukuna al dormir- los dos me miraron sorprendidos y sin palabras, pero el seguía hablando

G: el es Fushiguro Megumi y ella es Kugisaki Nobara- los señaló al decir sus nombre, para luego saludarme y el alto se separo de mi.

Volvimos a andar dirigiéndonos a una gran escuela de aspecto antiguo y bastante grande. Entramos en un edificio donde ponía habitaciones, Fushiguro se fue por un lado y Kugisaki por otro.

Itadori y Gojo seguían delante de mi, mostrándome un camino que ni si quiera yo sabia a donde me llevaban. Gojo abrió una puerta u bajamos por unas escaleras de madera, al bajar había como una sala con un sofá, una tele y un montón de películas en el suelo y en la pequeña mesa de delante de la tele.

Nos sentamos en el sofá menos Gojo que se quedó de pie, me empezó a explicar todo el tema de las maldiciones y exorcismos contra estas, y todo el tema de Sukuna entonces dije que el ya se había presentado ante mí antes, ellos se miraron y la boca aparecía de nuevo en la mejilla de Itadori y rio a mi respuesta.

Minutos después de explicármelo todo, Gojo me pidió que me quedará aquí por un rato ya que tenía que hacer una cosa y que no tardaría en volver, él se fue y me quedé a solas con Itadori.