Capítulo 15

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Al salir por la puerta de madera me dirigí a las habitaciones de chicas, ya que más o menos creo que me había aprendido el camino de ida hacia allí.

Al llegar, toque a la puerta de Kugisaki y esta al segundo se abrió

K: hey hola, viste la nota?- asenti y suspire mirando mis zapatillas, ya que no sabia como preguntárselo

_: yo... quería preguntarme si podrías acompañarme a mi casa a por algo de ropa, ya que me da algo de miedo ir sola...- me miro por unos segundos sorprendida por mi actitud

K: claro! Quieres ir ya? Puedo ordenar mi cuarto más tarde, venga vamos!- abri mis ojos como platos

_: y... ya?!- puse sus manos en mis hombros y me empujó fuera de su cuarto, para luego arrastrarme hasta fuera del instituto.

Mientras íbamos por la calle ella miraba hacia todos los lados y de vez en cuando acomodaba su pequeño bolsillo de su falda, donde me dijo que guardaba sus tornillos y su martillo con los que luchaba contra las maldiciones.

Y yo sentía como mis manos temblaban, estaba nerviosa ya que no quería ver a mis padres a saber que preguntaras me harán!.

Al llegar a la puerta de mi casa, note su mirada preocupada

K: oe, no te pongas así! Hemos venido a por tus cosas y lo haremos, pase lo que pase! Y anima esa cara- puso sus pulgares en mis mejillas haciéndome sonreír y reír a la vez, y ella también lo hizo.

Toque al timbre notando como mi corazón estaba apunto de explotar. Entonces la puerta se abrió, y mis ojos se cruzaron con los de mi madre

_: hola mamá... yo... he venido a coger algunas cosas...- me miro entrecerrando los ojos, hasta que vio a Kugisaki detrás de mi

Ma: pasad pasad- nos dejo entrar y vi como algunas paredes tenían agujeros, haciendo que me ponga más nerviosa y recordando lo que pasó.

No dijo nada más y se fue hacia la cocina, y yo me dirigí a las escaleras seguida de mi amiga. Al entrar por la puerta de mi cuarto vi como todo este estaba patas arriba, note cómo todo mi mundo se rompía.

Kugisaki no decía nada, ya que supongo que no quería hacerme sentir peor. Abri el armario, o lo que quedaba de él y empece a sacar ropa para dejarla en el escritorio, una pieza que había sobrevivido a las dos maldiciones

_: Kugisaki, puedes coger la maleta que hay debajo de mi cama?

K: claro, aunque no se si habrá sobrevivido...- escuche como se agachaba y suspiro

K: menos mal, sigue viva- la puso en el suelo y la abrió, y empecé a meter la ropa que había sacado. Mire a mi alrededor y cogí algunos libros de mi escritorio, además de recuerdos de cuando era pequeña

_: voy a por unas cosas del baño, ahora vengo- asintió y yo salí de mi cuarto, para bajar las escaleras y entrar al cuarto de baño y meter en un pequeño neceser, que tenía dentro de la maleta, meter cosas de mi higiene como mi cepillo de dientes, mi peine, etc...

Al subir las escaleras entre a mi cuarto, y suspire ya que seria posiblemente la última vez que entrara y saliera de este. Note cómo mis ojos se cristalizaban y Kugisaki se acerco a mi

K: no llores, que pasa? Quieres que les clave unos tornillos pa...- las lágrimas resbalaban por mis mejillas y la mire susurrando

_: Kugisaki yo... no quiero morir...- sus ojos me miraron con tranquilidad y preocupadacion, además de que de sus labios no salía nada, pero sus brazos me rodearon y yo la abracé contra mi, escondiendo mi cara en su cuello.

Mi reina {Sukuna y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora