Por favor confiésame (Renacimiento) ✔

Capítulo 14: No necesito tener una razón para darle un regalo.

Cuando el automóvil se detuvo lentamente frente a la villa, Chu Wu, que estaba en la sala de estar, escuchó un estruendo. Emocionado, Chu Wu salió corriendo y tocó la ventana de vidrio de la puerta del pasajero.

Shen Xi no tuvo más remedio que golpear la ventana, antes de abrir suavemente la puerta del auto para mostrarle a Chu Wu que iba a salir del auto. Tenía miedo de golpear a Chu Wu si abría la puerta por completo.

Chu Wu fue muy inteligente. Tan pronto como se abrió la puerta del pasajero, Chu Wu retrocedió, moviendo la cola todavía. Cuando Shen Xi salió del auto, saltó hacia ella. She Xi frotó a Chu Wu por todas partes antes de volverse hacia Su Hang, que había caminado hacia su lado. "Parece que le gusto."

Su Hang miró a Chu Wu, que estaba perforando su cabeza en los brazos de Shen Xi. Su boca se frunció inconscientemente. Su Hang se inclinó y tiró del cuello de Chu Wu para sacarlo de los brazos de Shen Xi.

"Tómalo con calma." Shen Xi no pudo evitar decir cuando vio a Su Hang arrastrar a Chu Wu un poco bruscamente.

"..." Su Hang miró al perro tonto que jadeaba felizmente con la lengua fuera. De repente, Su Hang se sintió un poco arrepentido de no haber despedido a Chu Wu. Los dos entraron a la casa y caminaron hacia la sala de estar.

Al escuchar ruidos afuera, la Sra. Zhang salió de la cocina. Estaba muy contenta de ver a Shen Xi y Su Hang regresar juntos a casa. Resulta que la esposa salió a buscar al marido. Esta mañana alguien le dio a la señora un regalo de señor, y más tarde la señora corrió a recoger a señor del trabajo. ¡Qué amable! Parece que Señor pronto se mudará de la habitación de invitados. La Sra. Zhang sonrió. "La señora y el señor volvieron hoy temprano, así que iré a preparar la cena temprano". Después de decir esto, se apresuró a regresar a la cocina.

Después de que la Sra. Zhang se fue, Shen Xi dijo: "Continúa jugando con Chu Wu, solo voy a cambiarme de ropa".

Su Hang asintió. Mientras Shen Xi subía las escaleras, Su Hang inmediatamente encerró a Chu Wu en su perrera.

"Arf, arf, arf ..." Chu Wu miró a su padre, herido. ¿Cómo es que su padre encerró inmediatamente a su bebé cuando regresó?

"¡Perro tonto!" Su Hang se volvió fríamente y se fue.

Chu Wu dio dos vueltas alrededor de la perrera y descubrió que su padre no iba a jugar con él hoy. Después de refunfuñar un poco, se acostó en el suelo.

Durante los meses de primavera y otoño, a Shen Xi le gustaba usar suéteres holgados y cómodos, especialmente en casa. Los pantalones casuales y los suéteres de colores claros eran casi siempre su opción preferida. Después de que Shen Xi se cambió de ropa, notó el joyero Q&H en la cómoda. Después de pensar por un momento, alcanzó la caja y bajó las escaleras.

Su Hang se cambió de ropa y acababa de salir de la habitación de invitados cuando vio a Shen Xi volver a bajar. Vio lo que llevaba Shen Xi y levantó una mano para tocar su propio suéter. Era del mismo color que el de ella. Su corazón comenzó a latir felizmente.

Shen Xi no respondió al accidental 'ropa a juego' de ella y Su Hang. Agarrando el joyero, fue al sofá y se sentó. "Li QingYuan vino a buscarte esta mañana".

Su Hang frunció el ceño. ¿Esta mañana? Li QingYuan debería haber sabido que estaría en la empresa. ¿Por qué vendría a la villa?

"¿Dijo algo?" Su Hang preguntó con cuidado.

Shen Xi miró al tranquilo Su Hang y puso suavemente el joyero en la mesa de café, empujándolo hacia la dirección de Su Hang.

"..." Su Hang miró el logo familiar impreso en la caja y su mandíbula colapsó.