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Capítulo 26: Fechas

En una mañana brillante y temprana, dos personas y un perro corrían por una calle cubierta de hojas de gingko.

"Aquí." Al ver las gotas de sudor cristalinas en la piel rubicunda de Shen Xi, Su Hang le ofreció una toalla para sudar.

"Gracias." Shen Xi aceptó la toalla y se secó el sudor. Después, se lo devolvió al hombre.

Su Hang volvió a atar la toalla en su muñeca, una risa leve escapó de las comisuras de su boca. Desde que Shen Xi comenzó a correr con él, tenía el hábito de llevar una toalla durante sus carreras matutinas.

"¿De qué te ríes?" Shen Xi preguntó con duda.

"¿Ah?" Su Hang parpadeó. "¿Qué?"

"Te pregunté de qué te reías." Repitió Shen Xi.

"¿Yo?" Su Hang parecía un poco incrédulo. "¿Me reí?"

"¡Tonto!" Shen Xi encontró divertida su expresión estupefacta. Pero después de una rápida mirada, le dio la espalda a Su Hang y continuó su carrera.

"¡Guau!" Chu Wu vio a su mamá comenzar a correr de regreso a casa. Pensando en toda la deliciosa carne y huesos que lo esperaban, Chu Wu la siguió con entusiasmo, ladrando sin parar mientras lo hacía.

Después de ver una escena así, las comisuras de la boca de Su Hang se volvieron a levantar incontrolablemente.

¿Era esta felicidad? Tener una sonrisa en tu rostro sin siquiera darte cuenta.

Después del desayuno, Shen Xi y Su Hang salieron juntos por la puerta principal.

Su Hang iba a trabajar como de costumbre, mientras que Shen Xi iba al orfanato a entregar suministros.

Shen Xi no suele usar ropa extravagante en los días normales, pero hoy, su ropa era mucho más simple. Tal vez fue porque iba a un orfanato, pero en lugar de usar su abrigo habitual, Shen Xi llevaba una chaqueta negra. En lugar de un bolso de diseño, tenía un bolso gris al hombro, que contenía un montón de bocadillos que le había pedido a la Sra. Zhang que le comprara en el supermercado ayer.

"¿Vas al orfanato hoy?" Preguntó Su Hang.

"Uh." Shen Xi abrió la puerta de su auto y puso su bolso en el asiento del pasajero.

"Diviértete." Dijo Su Hang.

"¡Lo hare!" Pensando en la invitación que le habían enviado los niños, Shen Xi no pudo evitar sonreír.

Su Hang asintió y se subió a su coche. Miró a Shen Xi en su espejo retrovisor y pensó: Esta vez, te dejaré ir primero. Pero definitivamente te llevaré la próxima vez.

Shen Xi vio a Su Hang alejarse y se volvió para partir. Se despidió de la Sra. Zhang, frotó a Chu Wu en la cabeza, luego entró en su auto y se fue. Shen Xi planeó conducir el automóvil hasta la fundación primero y luego ir al orfanato junto con los voluntarios. De lo contrario, su auto de lujo de un millón de dólares estacionado junto al orfanato estará en los titulares mañana.

"¿Has llegado?" Li Ye vio entrar a Shen Xi y la saludó.

"Espero no llegar tarde". Había estado atrapada en el tráfico a mitad de camino a la fundación, y Shen Xi estaba preocupada por haber retrasado la hora de salida.

"No, acabamos de terminar de cargar los suministros". Debido a que el orfanato de Qing'an no era tan grande, no había que enviar tantos suministros. Solo necesitaban alquilar una camioneta para los voluntarios y una camioneta para los suministros. "Te sentarás junto con los otros voluntarios en la camioneta".