☕︎ 𝚂𝚘𝚖𝚎𝚋𝚘𝚍𝚢 𝚃𝚘 𝙻𝚘𝚟𝚎. ☕︎

ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ⁿⁱⁿᵉᵗᵉᵉⁿ☁︎

Yoongi se mantuvo de pie allí. El silencio reinaba dentro de la casa en

Londres. Las cortinas granate cubrían las ventanas, protegiendo el exterior de los

corazones rotos que se filtraban al suelo como vino. Yoongi miró hacia arriba

muy lentamente, la marca roja de una mano en su mejilla.

Verónica estaba de pie junto a la entrada de la sala de estar, con los ojos

oscurecidos más allá de lo creíble, los latidos de su corazón se escuchaban a

kilómetros. Se acercó a Yoongi con los puños apretados.

"Un hombre, ¿has estado haciendo éstas cosas con un hombre?" Verónica dijo,

suave, hirviendo de rabia.

Yoongi se quedó callado. Verónica tomó su bolso y se lo tiró encima, el

estuche de cuero duro golpeándolo en el pecho. Yoongi dio un paso atrás.

"¡Un hombre!" Verónica gritó. "¿Qué pasa contigo? ¿Qué tan jodidamente bajo

tienes que caer?"

El silencio de Yoongi emergía como una señal de su actitud indiferente, al

menos para Verónica. Entonces ella sonrió, perversa. "Todo esto es una broma

para ti, ¿no es así? No, ¿por qué? ¿Por qué te importaría? ¡Justo cuando tu esposa

está preocupada porque su madre está enferma!" Verónica gritó, temblando de

rabia. "Dime. ¿Lo metiste a nuestro dormitorio, a nuestra... nuestra casa antes?"

"Sí" dijo Yoongi en voz baja, mirando hacia abajo.

Verónica se quedó quieta ante la repentina respuesta. Tragó saliva. "¿Cómo- c-

cuántas veces-"

"Desde hace un mes o más" respondió Yoongi, jugando con su anillo de bodas.

"En nuestra cama también" dijo, finalmente mirándola. Él sonrió, gradualmente.

"Me lo cogí todos los días mientras no estabas, Verónica."

"¿Qué-" comenzó a decir ella, con los ojos muy abiertos "¿Qué sucede contigo?"

dijo, con voz temblorosa.

Yoongi aún estaba sonriendo. "Suenas preocupada."

"Estás loco. Eso es... eso es lo que eres. Nuestro acuerdo fue decirnos cuando

hiciéramos algo con otra persona". Verónica espetó. "Y- y se supone que no

debes hacerlo con hombres-"

"¿Por qué no?" Preguntó Yoongi, apoyándose en la mesa del bar.

"¡Porque- porque está mal, Yoongi! ¡Por eso!" Verónica lloró. Yoongi se rió

entre dientes, mirando a otro lado.

"Supongo que no sabía eso" dijo él, mirando a su alrededor sin hacer nada. Sin

pensar.

Verónica no pudo soportarlo. Se acercó a él y lo abofeteó una vez más, con

fuerza. Yoongi se llevó las manos a la mejilla, clavándose las uñas y mirando

hacia abajo.

"Deja de comportarte como-como si esto no importara. ¡E-es importante! No lo

tienes permitido-" Comenzó a decir Verónica con brusquedad, pero Yoongi la