ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᵗʷᵉⁿᵗʸ ᵗʰʳᵉᵉ☁︎

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Es una pesadilla.

Cuando todo lo que te rodea está en constante caída... Yoongi no sabía donde

terminaba el suelo y donde comenzaba el cielo, no sabía dónde estaban sus pies y

donde llegaban sus brazos. Su mente estaba confusa, su garganta estaba seca.

Solo estaba seguro de una cosa en ese momento, en ese lugar.

Tropezó dentro su propia casa, su mente estancada con pensamientos que creía

que había dejado de lado. Jimin. Había dejado a un lado el pensamiento de

Jimin durante tantas semanas, pero había regresado, revelando cada uno de

los miedos de Yoongi tenía tan bien escondidos.

Eres patético, Yoongi.

"Ah, Yoongi. Has vuelto." Se escuchó una voz y apenas miró hacia arriba, vio

a Verónica, bajando los escalones. Llevaba una bata larga y roja. "El terapeuta

me sugirió hacer algunas actividades tranquilas, así que estoy tejiendo esto" dijo,

con una sonrisa en su rostro mientras sostenía un pequeño suéter rojo, con la

aguja de tejer todavía puesta. "¿No es adorable? Se verá tan hermoso en nuestro

hijo-"

Verónica se congeló en medio de sus palabras. Yoongi tenía lágrimas

corriendo por su rostro. Sus ojos se agrandaron. "¿Yoongi? ¿Qué pasa?"

Preguntó ella, acercándose a él. Pero antes de que pudiera hacer un movimiento,

Yoongi se tambaleó hacia adelante y se derrumbó sobre ella, cayendo en sus

brazos, escondiendo su rostro en su cuello.

Verónica se sorprendió, pero lo rodeó con sus brazos. "Yoongi," dijo

gentilmente. Ya no podía ser dura con él, no podía ser tan dura como solía

hacerlo. Tener un hijo era el pretexto perfecto para librarse de su yo pasado y de

sus vicios. Siempre recordaba a su propia madre, lo amable que era, lo gentil y

cariñosa. Como Verónica había sido tan ingrata con su amor. No podía hacer lo

mismo con Yoongi.

"Lo-lo siento," soltó Yoongi débilmente, y ella negó con la cabeza.

"¿Por qué estás-? No, está bien Yoongi, no seas así" Verónica dijo, sus manos

tomando el cabello de Yoongi. "No llores".

"Verónica" dijo Yoongi débilmente, y ella lo hizo callar.

"Tu trabajo es difícil, lo sé."

"Verónica-" Yoongi intentó de nuevo, abrazándola con más fuerza.

"No tienes que preocuparte por el embarazo. Estoy perfectamente bien ahora. Se

que he estado bastante enferma los últimos días-"

"Lo-amo, Verónica" exhaló Yoongi. Verónica se quedó helada.

Yoongi comenzó a sollozar sobre su cuello. Verónica se quedó allí, en medio

de su vestíbulo, todavía abrazándolo. "Estoy-estoy enamorado de él" gritó

Yoongi, tan débil que apenas lo escuchó. "Lo siento. Lo s-lo siento."

☕︎ 𝚂𝚘𝚖𝚎𝚋𝚘𝚍𝚢 𝚃𝚘 𝙻𝚘𝚟𝚎. ☕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora