CÁPITULO 6

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-¡No me jodas! - Perth casi grito esas palabras frente a la cara de Zee Pruk

-Impresionante, ¿no es así, Perth Tanapon?

-Impresionante...- Susurró Perth con asombro mientras observaba al hombre más sexy que jamás había visto bailar en la parte superior de la barra del bar. Sus caderas ondulaban, moviéndose de aquí para allá, mientras se balanceaba al ritmo de la música.

Los pantalones ajustados de cuero negro envolvían su trasero, pero colgaban bajo en sus caderas, dándole a la audiencia una vista del apretado abdomen del hombre. Las luces bajas del "club" no hacían nada para ocultar los ondulantes músculos expuestos, ni los aros de plata a juego que destacaban en sus perforados pezones.

- ¿En qué momento se puso esas malditas cosas? – Pensó Perth.

Saint no llevaba ninguna otra joya más que los aros en sus pezones, sin un collar de propiedad. Él ni siquiera llevaba camisa. Sus únicos accesorios parecían ser un par de bototos de cuero negro y el antifaz de terciopelo que cuidaba su identidad.

— ¿Quién diablos es? —le preguntó un tipo que estaba al lado de Perth. Se daba cuenta que había estado fuera del club varias semanas, pero no había dejado de vigilar hasta que le escuchó citarse con Zee Pruk en horas fuera de lo "normal".

-No lo sé...- Respondió casi enojado.

-Es un delicioso pastel... sumiso, no lleva correa, alguien debería reclamarlo para sí...- Esos términos eran nuevos para Perth que solo pensaba que estaba allí por el bien de Saint.

Saint termino su frenético baile y salto fuera del escenario para perderse detrás de unas puertas negras. Zee Pruk llamo la atención de Perth con palabras duras.

-Esas fotografías yo no las mande, quizás alguien quiere que explores otros m.... "placeres".

- ¡Tenemos que hablar!...

-Ven a mi casa mañana, te esperare...- Zee Pruk tenía esa sonrisa burlona en la boca que tanto odiaba Perth.

***

Perth llamó al timbre de la casa del actor, el tipo había sido admirador de Saint, se decía a si mismo que no podía llevar acabo esa conversación, no sacaría nada limpio el tipo tenía a Saint totalmente "idiota", había leído sobre esas extrañas relaciones amo/esclavo y de verdad había algo maldito en eso pensó Perth.

Volvió a tocar el timbre y un click sordo le aviso que habían escuchado su llamada, llevaba un discurso aprendido, no iba a ser el tipo tímido de siempre, ese que miraba de lejos, hoy tenía que dejar un par de cosas en claro.

-Pasa...- Perth entro despacio, temía encontrar algo desagradable, quizás debería haber ido con Plan, pero no quería agrandar más el asunto.

-Sígueme...- Entraron a una habitación donde la cama revuelta ocupaba casi todo el lugar.

Saint despertó asustado, sintió ruidos fuera de su habitación, no era la primera vez que tenía esa sensación... o alguien le estaba vigilando, seguro algo extraño estaba pasando, en este último tiempo cada vez que salía del "Club" una sensación de que alguien seguía sus pasos se había atravesado en su pensamiento y no lo dejaba en paz.

Cuando de pronto sintió la voz de Zee, una mueca de dolor había atravesó su cara, pero se puso en posición de obediencia y camino como había aprendido en los primeros días de ser "mascota".

- ¡Ven acá...! - La orden sobre salto a Perth... pero lo que más le horrorizo fue ver a Saint gatear como si fuera un animal y llegar a los pies de Zee para esperar su aprobación.

Perth no pudo soportar y tomo a Saint de una muñeca con fuerza y lo levanto, solo un collar en su cuello era su única vestimenta.

- ¡Idiota muévete...! - Las palabras rabiosas y la mirada que no quería fijarse en el cuerpo de Saint dieron signos de la rabia que sentía Perth en esos momentos. Pero Saint tiro de su mano y se volvió arrodillar al lado de Zee como si fuera un animalillo deseoso de agradar a su dueño.

- ¿No lo vez...?

- ¿Ver que...?

- Eres un ingenuo... te vuelvo a decir, es mío me pertenece y hace lo que yo le ordene... ahora y siempre...- Perth no podía creer lo que estaba viendo, el espectáculo de sumisión de Saint era una broma, seguro le estaban jodiendo, no podía ser verdad.

Saint se acurruco más en Zee, este para demostrar su dominio lo tomo del pelo y le obligo a bajar más la cabeza.

- ¿No entiendes...? Ahora... mira...- Zee le dio una bofetada a Saint que lo tiro al suelo, y el automáticamente volvió a pegarse a sus piernas. Comenzó a gemir buscando aprobación para no recibir más castigo.

Perth se llevó una mano a la boca para detener la náusea que la visión de esa perversidad cometida contra quien era su secreto más amado.

- ¡Bestia...! Que le has hecho...- Perth camino con fuerza y de un golpe lo aparto a Zee de Saint, pero Saint lo cubrió para defenderlo... Perth no pensó mucho simplemente lo tomo de la cintura y lo aparto de Zee.

- ¡Déjalo...! será peor si interfieres... no entiendes...- Saint desesperado farfullaba esas palabras en un tono lastimero y sumiso.

- Mira lo que te ha hecho... ¡Dios! Tú no eres este Saint... ¡No lo eres...! - Perth lo arrastro a fuera de la habitación y lo tiro del brazo por el pasillo del departamento exclusivo... y rogo a lo alto que nadie subiera al ascensor... con violencia se quitó la chaqueta y cubrió a Saint como pudo... marco el número del subterráneo donde había dejado su automóvil.

Saint arrojo la chaqueta fuera e intento salir del ascensor, pero Perth con fuerza y determinación lo mantuvo contra el muro de metal frio y le saco casi en brazos para meterlo en el deportivo blanco y bloquear las puertas mientras Saint trataba de salir como si fuera la víctima de algún secuestro.

Perth no entro al automóvil, su sangre hervía y de verdad quería matar a Saint, quería ahorcarlo para que dejara de luchar, no quería verlo así... era un tipo loco, hoy estaba casi convencido que Saint estaba loco.

Cuando la rabia bajo y Saint se quedó casi inerte en el asiento de pasajeros, cuando sus manos casi sangraban por tratar de escapar del automóvil, Perth se dirigió a la maleta del auto y saco una bolsa con ropa deportiva negra, entro rápidamente se la lanzo encima.

-Vístete, por dos cosas... no quiero que te vean desnudo y segundo no tienes derecho arruinar lo que tanto nos ha costado construir. Aunque estemos separados... aún hay gente que no debemos decepcionar.

Saint lo miro de reojo y le soltó una retaría de palabrotas, pero Perth no las escucho, Saint no tenía derecho a joderle la vida de esa manera pensó Perth.

Saint lo miro de reojo y le soltó una retaría de palabrotas, pero Perth no las escucho, Saint no tenía derecho a joderle la vida de esa manera pensó Perth

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Without Remedy, Sin Remedio... (Love By Chance The series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora