El sonido de la estática se hizo de notar en la habitación, como siempre, nunca había silencio en aquel lugar, la maquinaria siempre estaba trabajando. Permanentemente trabajando. No era nada sencillo mantener a la Torre de Señales bien alimentada con la energía vital de los miles de millones de Espectadores que desde diferentes partes del mundo se mantenían pegados a la televisión.Y el gran ente contaba a su favor con aquel chiquillo solitario que ahora ocupaba el puesto de Thin Man ¡qué gran fortuna que hubiera nacido un niño con el mismo tipo de poder que su predecesor! La Torre de Señales necesitaba alguien como él para que fuera su vínculo directo con el mundo, para que pudiera canalizar la señal hacia todos aquellos lugares en donde hubiera vida e ir arrebatándola poco a poco.
Pero la Torre también era agradecida y se aseguraba de mantener una buena relación con su pequeño anfitrión, procurando hacerle sentir cómodo en su hogar y concediéndole aquellas cosas que anhelaba. Ahora él se sentía solo y quería compañía, bien entonces, la Torre colaborará en todo lo posible para concederle al niño su deseo, dándole a la niña que quería para sí mismo para que fuera feliz.
Mono miraba incansablemente las pantallas que se encontraba delante de él, ya llevaba tiempo que su cuerpo protestaba por el cansancio y se le estaban haciendo muy notorias las ojeras que se le habían formado bajo sus ojos, dándole un aspecto más tétrico a su rostro ¡cómo si no tuviera suficiente con sus ojos negros como el petróleo! Y a pesar de ello, no apartaba la mirada de las pantallas. A este paso se le iba a quedar la cabeza cuadrada.
A veces solo había niebla en ellas, otras veces conseguía ver imágenes del mar o de la playa, otras tantas veía las imágenes de barcos, pequeños y grandes, aunque no el que estaba buscando, así había sido durante varias semanas, sin embargo, a comparación de antes, ahora Mono se lo tomaba con bastante más calma. Eso sí, no hacía apenas pausas en su labor, incluso hubo un par de veces en que la propia Torre tuvo que obligar al niño a dormir al menos una noche entera, pero al despertar volvía a estar ahí, como un clavo, pegado a las pantallas en busca de la que él llamaba su compañera.
Tan terco y determinado.
Mono dio un sorbo a su taza de chocolate caliente, el sabor dulzón nunca dejaba de sorprenderlo, disfrutando de cada probada como si fuera la primera; aquello fue otro de los pequeños lujos que Mono descubrió durante el tiempo que estuvo experimentando las ventajas de la Torre y que, encantado, lo incluyó entre sus caprichos. No era raro que bebiera dicho chocolate mientras trabajaba en las televisiones, se había convertido en su golosina placentera cuando estaba sintonizando la Señal y, en esos momentos, era su combustible mientras continuaba en su incansable búsqueda de Six.
Como ya era costumbre, se preguntó si a su pequeña compañera le gustaría aquella bebida si tuviera oportunidad de probarla. Mono estaba deseando poder ofrecerle una taza, y ser testigo de su expresión en cuanto lo probara ¿le gustaría? ¿Lo odiaría? No estaba seguro, Six y él nunca pudieron ser muy críticos con la comida, no entraba dentro de sus posibilidades decidir no comer algo que no les gustara. Si había comida, estuviera como estuviera, iba directo a sus estómagos. Ni qué decir que nunca habían probado una mísera golosina, Mono ni siquiera tenía conocimiento de que el chocolate pudiera existir hasta que pudo comprobarlo en la Torre...
¡Oh! Había tantísimas cosas que Mono se moría por hacer que Six probara...¡quería tanto ver sus expresiones al descubrir la cantidad de sabores deliciosos y asombrosos que podían existir! Cuando él probó todos los alimentos, de todos los tipos, que la Torre le proporcionaba, sintió que moriría del gusto ¡¿Cómo podía haber estado viviendo sin eso toda su vida?!
Pero aquella chiquilla escurridiza parecía estar poniendo todo de su parte para no ser encontrada. La Señal no había vuelto a alcanzarla desde aquella vez que fueron conectados en sueños, a pesar de que ahora Mono concentraba gran parte de la Señal hacia el mar, pero era como si el The Maw hubiera desaparecido.
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Hope (Mono x Six)
Science FictionLuego a toda su aventura en The Maw, a Six le toca enfrentar las consecuencias de sus actos cometidos en el pasado cuando el karma llegué para saldar cuentas, sin embargo, no va a ser la única que tenga que tomar decisiones. Pero todo es cuestión de...