AMABILIDAD

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Mono entró en la siguiente habitación, y en esta ocasión sí que pudo ver a una cantidad significativa de niños en su interior, los otros tres que había visto antes parecían estar contándoles a los demás mediante señales y aspavientos sobre su presencia en el barco y, para cuando quiso darse cuenta, sintió que decenas de pares de ojos le perforaron a la vez. Al pobre chico le parecieron tantos que sintió que los pies se le clavaban en el suelo ¡Oh, por todos los demonios! ¡Había demasiados! Y Mono se sintió expuesto y nervioso como para decir algo.

Sintió picor por toda su cabeza y echo de menos su vieja bolsa de papel ¡sería buen momento para esconderse! No sentía que el sombrero le cubriera lo suficiente.

-¡Todos! ¡CORRED!-gritó una vez en medio de toda aquella chiquillería.

Mono apenas tuvo tiempo de dar un paso hacia delante cuando vio a todo ese ejército salir corriendo en todas direcciones, alzó la mano hacia ellos, quiso decirles que no tenían nada que temer, que no quería hacerles daño, pero su voz no le salía y tantos niños corriendo en direcciones distintas le hacían mover los ojos de un lado a otro sin saber dónde mirar ni a quién dirigirse para poder ser escuchado por todos.

¡Había demasiados!

-Yo...solo estoy buscando a mi mejor amiga...-susurró pobremente sin ser escuchado por nadie en medio de todo aquel escándalo.

Los niños fueron desapareciendo en cada recoveco de la habitación, haciendo sentir a Mono cada vez peor consigo mismo ¿qué era lo que el mundo tenía en su contra como para que fuera despreciado y temido de esa manera? ¡Y sin siquiera hacer nada que fuera amenazador! Ni siquiera le dejaban saludar...pero haciendo de tripas corazón siguió caminando hacia donde se encontraba su destino, pero cuando alzó la cabeza vio a alguien justo al otro lado de la habitación y se quedó parado en el sitio.

Vio a alguien moreno...pelo corto...delgado...vestido de azul y gris...le recordaba a...

-¿Six...?-susurró a duras penas sintiendo de golpe la boca reseca, la otra persona no se le acercó ni se alejó, de hecho se había inclinado un poco hacia delante ladeando la cabeza a un lado en una actitud curiosa como si intentara averiguar quién era o reconocerle de alguna manera.

Una postura tan parecida a...

-¡SIX!

Rápido en sus movimientos, Mono invocó sus poderes en dirección a Six, invadido por una intensa excitación por haberla encontrado al fin, envolviéndola con la estática para alzarla en el aire y tirando de ella para acercarla a su posición.

La escuchó gritar y retorcerse en el aire mientras la atraía, pero intentó que fuera lo más rápido posible para no hacerla pasar un mal trayecto y cuando la tuvo enfrente, se había quedado boca bajo, flotando, mirándose cara a cara.

Mono no pudo evitar sentir que iba a estallar de la emoción.

-¡Six! Te encontré! !Por fin te encontré!-casi chilló mientras se apresuraba a tomar las suaves mejillas de su mejor amiga para acariciarlas con afecto, extasiado de al fin volver a encontrarse con ella.-¡No sabes cómo te he echado de menos! ¡Qué alegría!

La voz le tembló más de lo que esperaba y también era consciente que hacer que su reencuentro se basara en él usando sus poderes en ella no era buena idea, pero no pudo evitarlo. ¡ ¡Por todos los demonios! ¡Había encontrado a Six! ¡Había...!

-¿Quién eres tú...?-cuestionó una suave voz masculina que rompió por completo con el entusiasmo de Mono.

"¿Qué...?"

Mono miró el rostro que tenía delante de él y lo primero que hizo fue toparse con unos desconcertados ojos avellanas que no le eran familiares. Sintió un vuelco en el corazón al no ver el color castaño natural de Six en aquellos ojos, y fue entonces cuando lentamente alejó sus manos de las mejillas ajenas, pudiendo ver un fino rostro pálido que se parecía al de Six...

Hope (Mono x Six)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora