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No recuerda la última vez que se sintió excitado, de hecho, nunca se había sentido así por alguien. El tan solo tenía encuentros sexuales de una noche. No buscaba una relación estable, o eso pensó hasta verlo a él. La sensación de dominarlo y hacerlo suyo eran tan grande que le era difícil de controlarlos. Sus deseos lo nublaban en todos los sentidos. No era un adolescente, ¡Por Dios!, era un hombre de treinta y tres años y lo único que estaba pensando era en follarlo. 

El infierno se desbordaría y ardería si el estuviera allí. De eso estaba segurísimo. 

La noche anterior que había llegado de Texas, tenía todas las intenciones de darse un merecido baño y después descansar, y ya mañana le daría la sorpresa a su pequeña hermana. Pero todo plan se frustró al entrar al baño que el habitualmente usaba y ver aún joven hombre desnudo en medio del vapor bañarse. Su mirada involuntariamente examinó todo el cuerpo del individuo, sin vergüenza alguna de por medio. Le fue imposible no hacerlo al ver lo jodidamente bien que tenía proporcionado las notables curvas. El hombre era de estatura baja y de cuerpo delgado, contextualmente perfecto para su cuerpo. Pero lo que más llamo su atención y fue la causable de hacer crecer un problema entre sus pantalones, fue ver lo precioso que eran sus posaderas. Quienes lo estaban tentando a que se acercasen. 

Así como vino el pensamiento, se fue. Tuvo que morderse el labio inferior para evitar decir o susurrar algo. ¡Maldita sea!, se dijo mentalmente. Y con una dolorosa erección se fue de allí sin llamar la atención. Tuvo que atenderse en su propia habitación con la imagen mental del hombre en el baño. Para ese entonces no había culpa de nada de por medio, porque el extraño, no se le hacia para reconocible. Pero ahora, verlo al rostro y enterarse que el hombre que tenía en frente era Jimin y era el mismo del baño, se sentía incorrecto, sucio, y totalmente mal. ¡Se sentía un depravado!

Jimin seguía con la mano estirada en su dirección, tomando una larga respiración y autocontrol, la tomó, estrechando sus manos.

ㅡ Es un gusto tenerte aquí de nuevo Jiminㅡ se felicitó al ver que sus palabras salieron muy bien planteadas, pero aun no podía verlo del todo, su mitrada vagaba de aquí allá.

Jimin retiró su mano, rompiendo el contacto. Por alguna extraña razón sentía al hombre caliente. 

ㅡ Gracias, espero que el tiempo que esté aquí puedas enseñarme un poco el manejo del trabajo, no me gusta quedarme de brazos cruzados.ㅡ se apresuró a decir Jimin. Sin despegar la mirada de los ojos del Jeongguk.

El corazón de Jeongguk se estrujo al escuchar que se iría nuevamente, ¿Acaso no había venido para quedarse?, ¿Se iría nuevamente? Se preguntó confundido. 

ㅡ Claro, cuenta conmigo.ㅡSe obligó a decirㅡ Si tienes dudas te ayudaré con gusto.ㅡ un apenas y casi apretón sintió en su mano izquierda, donde sostenía la mano de su hermanaㅡ Bueno, Aria y yo te ayudaremos.ㅡ se corrigió a sí mismo sonriendo de lado dándole una fugaz mirada a su hermana, luego volviéndola a jimin. 

ㅡ Jeongguk no me dejará mentirte Jimin-- se pronuncio Ian a su ladoㅡ ¿Verdad que nuestro pequeño Jimin está hecho una belleza, Jeongguk?ㅡ preguntó Ian tomando por los hombros a Jimin para posar la mirada en el azabache.

Jeongguk no lo pensó dos veces antes de asentir.

ㅡ Jeongguk, cariño, toma asientoㅡ invitó Vera al hombre.

Jeongguk lo hizo, seguidamente el resto también, quedando únicamente todos sentados.

ㅡ Hoy vendrán tus tíos y pensábamos en hacerte una pequeña fiesta de bienvenida, claro está que solo lo haremos si estás bien con eso hijo. ㅡ expuso la abuela bebiendo un sorbo de té.

Temptation in the Heights ゃ ❝KooKmin❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora